Las diferencias sobre agricultura en la OMC impiden la firma de un acuerdo en abril
Los países de la Organización Mundial del Comercio (OMC) no alcanzarán el plazo que se fijaron para el 30 de abril para profundizar en la liberalización del comercio mundial, según admiten ya fuentes de las distintas delegaciones. Después de los fracasos de Seattle, Cancún y Hong Kong, las delegaciones ven en peligro la ronda negociadora de Doha y esperan al último momento para presentar propuestas que puedan suponer avances. El presidente del comité de agricultura ha propuesto iniciar un ciclo de seis semanas de negociaciones multilaterales a celebrar en Ginebra.
GINEBRA
El presidente del comité de agricultura y embajador de Nueva Zelanda, Crawford Falconer, reconoció que «está claro que esa fecha no va a poder cumplirse a menos que ocurra un milagro», por lo que propuso iniciar un nuevo ciclo de «intensas negociaciones» agrícolas a partir de la próxima semana. Los 150 países de la OMC se fijaron la fecha del 30 de abril como el momento para lograr las modalidades y fórmulas que determinarán el nivel de rebajas arancelarias para los productos agrícolas e industriales a fin de abrir los mercados en esos sectores. Ese paso se considera esencial para poder concluir a fines de 2006, tal como está previsto, la Ronda del Desarrollo de Doha, lanzada hace casi cinco años. Las grandes distancias que separan a los países más ricos del resto para lograr una mayor apertura de los mercados agrícolas e industriales vuelven a impedir a los socios de la OMC cumplir un plazo que ellos mismos se impusieron tras las conferencia ministerial de Hong Kong de diciembre pasado. Por su parte, el presidente del comité negociador de acceso a mercados para bienes industriales (NAMA), el embajador de Canadá, Don Stephen- son, admitió que en su área también están lejos de llegar a un acuerdo. El objetivo de la Ronda del Desarrollo de Doha es profundizar en la liberalización del comercio agrícola, industrial y de servicios. Falconer propuso iniciar en materia agrícola un ciclo de seis semanas de negociaciones multilaterales que desde principios de mayo se desarrolle en Ginebra y que produzca resultados políticos que los negociadores puedan trasladar a sus capitales.
Acusaciones mutuas A estas alturas, los plazos han perdido credibilidad pero para que la Ronda de Doha concluya a finales de año, tienen que haber cerrado los principales asuntos en julio. De lo contrario, el Gobierno de EEUU no podrá ya firmar un texto sin someterlo al Congreso.
En las últimas horas EEUU y la Unión Europea (UE) han reiterado acusaciones mutuas sobre la responsabilidad del retraso de las negociaciones. Desde Helsinki, el principal negociador de la UE y comisario europeo de Comercio, Peter Mandelson, pidió «realismo» a Washington en agricultura, pues consideró que sus demandas «no son aceptables para la mayoría de la OMC y no se pueden poner en marcha en Europa». «Hacen falta dos para bailar un tango. Estados Unidos ha hecho propuestas muy ambiciosas en acceso a mercados y todavía estamos esperando una respuesta», dijeron fuentes diplomáticas estadounidenses en Ginebra.«Los plazos ya se están acortando mucho. Es cierto que o se da un salto cualitativo fuerte en los próximos 45 días o será muy difícil que los plazos se cierren en los tiempos previstos», indicó el embajador de Argentina, Alberto Dumont. Por su parte, el embajador de Costa Rica, Ronald Saborio, consideró que «el sentimiento general es que estamos en el buen camino», aunque admitió que cuando en la cumbre ministerial de Hong Kong de diciembre pasado se fijo el plazo de finales de abril, ya había países que no lo consideraban como el momento apropiado. «Todavía no ha llegado el momento de presión final que causa efecto en las negociaciones», agregó. El embajador de México, Luis Fernando de Mateo, defendió que «sí ha habido progresos y se ha logrado que desaparecieran mitos como el de la erosión de las preferencias (comerciales que los países desa- rrollados conceden a los que lo están menos). Se ha demostrado que el daño no es tan grande como parecía», manifestó el embajador de México.
La CE presentará una nueva propuesta
HELSINKI La Comisión Europea (CE) presentará una nueva propuesta a la OMC para regular los créditos a la exportación agrícola y la ayuda alimentaria, pese a que considera que no se van a cumplir el día 30 los objetivos previstos en las negociaciones. En el texto se plantea que los productos agrícolas objeto de los citados créditos o enviados como ayuda alimentaria no puedan volver a ser exportados, para evitar operaciones fraudulentas La ayuda humanitaria y los créditos, instrumentos utilizados con frecuencia por EEUU, entran dentro del capítulo de «ayudas a la exportación», una de las tres ramas de las negociaciones agrícolas. En Hong Kong, los socios de la OMC se comprometieron a que en 2013 acabarían todas las ayudas a la exportación que dan los países ricos. París expresó su preocupación por la idea, surgida en Ginebra en un grupo interno de la UE, en la que la Comisión planteaba elevar al 75% la reducción de las subvenciones agrícolas estatales, frente a su última oferta oficial de un recorte del 70%. La CE respondió que sólo se estaban «probando» posibles opciones para ofrecer nuevas propuestas en caso de que los socios cedieran. Bruselas considera que si se baraja una reducción del 75% es porque la UE se siente cómoda y porque la reforma de la Política Agrícola Común (PAC) da suficiente margen. Nueve estados europeos rechazan que la UE presente nuevas concesiones porque no debe moverse hasta que otros socios hagan cesiones recíprocas. Agricultores rechazan reducir los
aranceles
Representantes de agricultores de 52 países han expresado su oposición a la reducción de los aranceles agrícolas. En una reunión con el director de la OMC, Pascal Lamy, aseguraron que si se prosigue con esa propuesta, como plantean algunos países, es el caso de Brasil, los «pequeños agricultores desaparecerán en nuestros países». En Hong Kong se decidió que en 2013 quedarían suprimidos los subsidios a las exportaciones agrícolas. -
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