BAGDAD
El secretario de Defensa estadounidense, Donald Rumsfeld, y la secretaria de Estado Condoleezza Rice, viajaron ayer a Bagdad para hablar con el nuevo primer ministro, Jawad al Maliki, sobre la reducción de tropas ocupantes .
A su llegada, Rumsfeld se reunió con el máximo jefe militar estadounidense en el país, el general Tom Casey, con el que habló de la necesidad de negociar con las autoridades iraquíes sobre las bases militares estadounidenses y la división de tareas entre tropas iraquíes y ocupantes.
En su encuentro con Al Maliki, éste aseguró a los máximos líderes político y militar estadounidenses que la prioridad de su Gobierno será acabar con la lucha fratricida entre suníes y chiíes.
Entretanto, las fuerzas de la ocupación seguían ayer bombardeando casas con el habitual argumento de que son refugios de insurgentes extranjeros. Las tropas, respaldadas por un helicóptero y cazas de combate, atacaron una vivienda en Yusifiya, a 20 kilómetros al sur de Bagdad, destrozaron el edificio y mataron a doce personas.
En otros episodios de violencia producidos ayer perdieron la vida seis iraquíes y dos insurgentes. La Policía iraquí afirmó también que fueron hallados en Kerbala los cadáveres de 10 iraquíes que habían sido torturados.
Por otra parte, el Ejército turco desplegó unos 240 soldados en territorio kurdo bajo administración iraquí, lo que provocó una queja oficial de Irak ante el Gobierno de Turquía, informó la cadena de televisión turca NTV.
El portavoz del Ministerio turco de Asuntos Exteriores, Namik Tan, indicó que las fuerzas turcas habían sido desplegadas en la zona para impedir la entrada de los rebeldes del ilegalizado Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), y, ignorando las quejas, advirtió de que las operaciones militares continuarán hasta terminar con la presencia del PKK.