Bernardo Atxaga: «La literatura no puede salvar las lenguas minoritarias»
Bernardo Atxaga opina que ni la literatura ni la traducción de las obras a idiomas de habla masiva pueden salvar a las lenguas minoritarias de la extinción. «El objetivo de la literatura no es salvar nada, sino expresar una forma de vivir de determinada manera. La cuestión no es salvar una lengua, sino vivir en una lengua determinada», ha declarado. El autor participa estos días en el festival PEN World Voices 2006, que reúne en Nueva York a 134 escritores de 41 países.
NUEVA YORK
Bernardo Atxaga participó en Nueva York en una mesa redonda con autores de idiomas minoritarios, como el coreano, el hebreo y el serbocroata. El escritor de Asteasu se posicionó en contra de «esa imagen que vemos en los programas de televisión del escritor que dice luchar por su propia lengua», al tiempo que se alejó de la visión de que los autores de lenguas minoritarias son rara avis. «Muchos vascos quieren que su lengua salga adelante porque no quieren perder algo que ya tienen. Pero el que hace un poema sobre los zapatos es porque le gustan los zapatos, no porque quiera hablar de la palabra zapato», señaló. El escritor ve con buenos ojos que una novela en euskara se traduzca al inglés y al castellano.Eso sí, cree que ese hecho no garantizará que el texto vaya a mantenerse vivo o vaya a ser más leído.De lo contrario, manifestó, «¿qué ocurre entonces con los libros que no se traducen?, ¿acaso no producen emoción, o no existen, o no son leídos?».
El autor cercano a su realidad Preguntado acerca de si sus historias se cuentan de manera más efectiva, genuina y sentida en euskara, el miembro de Euskaltzaindia respondió que es en la voz, más que en la lengua, donde se inscribe la gran realidad y el interior de una persona. «La gran ventaja de quien escribe desde un lugar o una realidad determinada es la interioridad, es decir, que conoce los detalles de su realidad, lo que la hace una realidad más verdadera. Esto se opone a la visión del turista», sostuvo.
A su juicio, cuando un autor cae en el cliché es porque es ajeno a la «interioridad de lo que escribe», una sensación de engaño y falsedad similar a la que produce una película sobre Latinoamérica actuada en inglés. De este modo, más que el dominio global de una lengua como el inglés, Atxaga ve el dominio de «modos de vida». «Como dijo Marx agregó, la cultura dominante es de la clase dominante. El poder económico y político anglosajón va a transformar la forma de vivir de muchas sociedades en el mundo, y la música es el instrumento por excelencia para exportar esa cultura», afirmó. Se refirió también a los idiomas híbridos, como el caso del spanglish. Atxaga señaló que «no hay tal pureza de la lengua» y se refirió al idioma como un «ente orgánico y vivo». A su juicio, «las lenguas se enriquecen y es un proceso natural. La lengua refleja la vida. Yo no veo problema si (estos híbridos) se producen de manera equilibrada y digna. El secreto está en la medida, y para eso estamos en la academia, para ser medidores», apuntó.
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