BILBO
La APD
(Asociación para el Progreso de la Dirección) y SPRIL (Servicio de Prevención de Riesgos Laborales) celebraron ayer en Bilbo una jornada sobre las claves para reducir la siniestralidad en la Construcción en la que incidieron en la necesidad de concienciar a los empresarios de la importancia de gestionar la prevención, más allá de limitarse a superar las inspecciones.Según datos aportados ayer, el sector de la Construcción, que acapara el 31% de los accidentes laborales en el Estado español, en el único que se ha registrado una disminución de siniestros en el primer trimestre de 2006 en la CAV, un 0,4%. En Europa trabajan 13 millones de personas (8% de la población activa) en este sector, donde se producen el 20% de los accidentes, y alrededor de 1.300 mueren al año, sobre todo a causa de caídas.
Federico Durán, catedrático de Derecho del Trabajo, señaló que la siniestralidad «ha mejorado poco a poco, salvo repuntes ocasionales» y destacó la estabilización y tendencia a la baja de los accidentes graves y mortales y la escasa investigación sobre patologías que son consecuencia de las condiciones e instrumentos de trabajo y no de los accidentes. Apuntó que la prevención debe ser una cuestión que se «interiorice y no una mera obligación para superar una inspección».
Juan Carlos Alcolea, director general de SPRIL, sostuvo que se cumple la normativa, pero no se gestiona la prevención. «La normativa es suficiente, pero falta concienciar al empresario sobre sus obligaciones y cómo llevar a la práctica las medidas preventivas», puesto que consideró que supone un beneficio social, humano y en materia de competitividad.
Ambos abogaron por dar formación continua también a los trabajadores y subrayaron que «no se puede buscar la responsabilidad sólo en un sitio, hay que llevar a cabo acciones conjuntas y coordinadas». Según Alcolea, «flaco favor ha hecho la Ley de Prevención al no recoger un capítulo de sanciones a los trabajadores».