Ofensiva contra el proceso democratico en Nafarroa
Sanz quiere revocar la Transitoria, pero admite que no tiene apoyos suficientes
·RELANZA DESDE MADRID LA IDEA DE «BLINDAR NAVARRA» PORQUE «SERIA dar UNA BOFETADA IMPRESIONANTE A ETA»
Miguel Sanz confirmó ayer en Madrid que quiere derogar la Disposición Transitoria Cuarta, como anticipó anteayer el dirigente del PP Eduardo Zaplana, pero no puso fecha a la iniciativa porque admite que no cuenta con apoyo suficiente ni siquiera en Nafarroa. El PSN ya ha resaltado que no participaría en la votación y su socio, CDN, se opone. Para ambos, la Transitoria no supone un riesgo, sino que incluso es una salvaguarda.
MADRID
Después de la confusión creada el martes por el anuncio hecho en Madrid por el dirigente del PP Eduardo Zaplana y el posterior desmarque de Miguel Sanz, el presidente del Gobierno navarro y de UPNconfirmó ayer, una vez más, que su deseo es eliminar de la Constitución la Disposición Transitoria Cuarta que regula la polémica vía de «incorporación» de Nafarroa a la CAV. Sanz, contra lo anunciado por Zaplana, parece optar por mantener esa iniciativa en el congelador por una razón muy simple: no dispone de la mayoría suficiente, ni en Iruñea ni en Madrid.Tras el rifirrafe de la víspera, Sanz quiso subrayar que «hay coincidencia plena» entre UPN y PP en el fondo de la cuestión, pero matizó que «sería muy positivo» que el procedimiento arrancase en Nafarroa antes de pasar a las Cortes. Yañadió que una eventual reforma constitucional al respecto sólo se promoverá «cuando tengamos la garantía de que va a obtener el máximo respaldo». La polémica sobre la Transitoria Cuarta se enmarca dentro del debate sobre el derecho a decidir. El pasado sábado, Batasuna hizo público un documento en el que se compromete a aceptar la decisión de la ciudadanía navarra, emplazando a UPN y PSN a hacer lo mismo.
El papel de «los españoles»
Ayer, Miguel Sanz trató de explicar su posición: «Los navarros, cuando decimos que la decisión o el fin de Navarra lo tienen que decidir los navarros, queremos decir que nadie pueda decidir por nosotros, pero no que no queramos que los españoles intervengan también en esa voluntad de decisión que los navarros tenemos que tener sobre nuestra comunidad». Y sentenció para rematar: «Queremos que los españoles decidan sobre nosotros, pero que no decidan por nosotros».Durante su conferencia, Miguel Sanz retomó su propuesta de «blindar» el actual estatus de Nafarroa, asegurando que no se trata de un «brindis al sol» y que ello supondría «pegar una bofetada impresionante a ETA». Respecto al alto el fuego permanente de la organización armada, manifestó que su Gobierno se sitúa entre el «comprensible alivio» y la «esperanza vigilante», al tiempo que rechazó estar poniendo «piedras» en el camino. Eso sí, quiso dejar claro que «Navarra nunca ha sido un problema y por eso no vamos a aceptar ser el pago para ninguna solución política que pretenda acabar con el terrorismo». En su intervención no escatimó críticas hacia José Luis Rodríguez Zapatero, quien «todavía no se ha molestado en llamar al presidente del Gobierno navarro y de UPN». Para Sanz, esta actitud del presidente español responde a un «guiño al entorno nacionalista para reforzar su crédito como hombre de izquierdas ante el mundo abertzale, fundamentado en la falacia de la superioridad moral de la izquierda. Es la actitud del todo es posible en ausencia de violencia». En cuanto a la constitución de una mesa de diálogo, sentenció que supondría un «claro pago político a ETA y un gravísimo error. Mi Gobierno no acepta suplantar al Parlamento foral». Miguel Sanz también habló de las elecciones de 2007, advirtiendo que un Ejecutivo formado por el PSN y fuerzas abertzales sería «el principio del fin de la autonomía foral». En contraposición a la actitud actual de la formación que lidera Carlos Chivite, el presidente navarro ensalzó al PSN de Gabriel Urralburu condenado por delitos de corrupción económica, que a su juicio tuvo una trayectoria «absolutamente impecable» en la defensa el estatus de Nafarroa.
El PP, ni confirma la iniciativa ni se retracta
MADRID Después de que Eduardo Zaplana anunciara el martes a bombo y platillo la puesta en marcha de una iniciativa para derogar la Transitoria Cuarta y de que Miguel Sanz le corrigiera, Mariano Rajoy volvió ayer a la carga con la situación de Nafarroa, pero cuidándose mucho de mencionar, confirmar o rectificar lo dicho por su compañero de partido. El principal líder del PP se refirió a Nafarroa para denunciar la «falta de claridad y contundencia por parte de Zapatero» en este asunto. Ahondando en esta línea, reclamó al Ejecutivo español que «diga que no va a haber negociación política ni con Navarra ni para cambiar ningún marco jurídico y político, y que el Estado de Derecho va a seguir funcionando». Rajoy recordó que su partido apoya al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero «para derrotar a ETA y para que se verifique la decisión irreversible de dejar las armas. Para eso el Gobierno tiene mi apoyo. Para negociar, para dar contrapartidas políticas y para no ser claros con los españoles, no», advirtió el presidente del Partido Popular. Zapatero rehúsa polémicas hasta hablar con
Sanz
El presidente español señaló que lo que tenga que decir a Miguel Sanz se lo dirá personalmente. «Lo que no voy a hacer es deslizarme por la pendiente de estar polemizando públicamente; quiero hablar con él, se producirá ese encuentro y, en consecuencia, creo que eso es lo más correcto», apuntó. Lo que no explicitó es cuándo se producirá esa reunión. -
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