«L’iceberg», un filme inspiradoen el cine mudo
GASTEIZ
Bruno Romy (1958), residente en Francia, Fiona Gordon (Australia, 1957) y Dominique Abel (Bélgica, 1957) dirigen, producen, escriben e interpretan la película “L’iceberg”, que ha acogido el Festival de Nuevo Cine Europeo en la Sección Oficial. Se trata de una comedia que gira en torno al movimiento del cuerpo y prescinde de la palabra. En lo que se refiere al tema, la crítica personal es el trasfondo de la historia.El que es el primer largometraje de este trío se inspira en el mundo del clown y el cine mudo, y no es de extrañar si se tiene en cuenta que tanto Fiona como Dominique llevan más de veinte años haciendo teatro y danza. Según explicaron ellos mismos ayer en la rueda de prensa que ofrecieron en Gasteiz, «la película parte de una historia surrealista, además carece de diálogos y se trabaja sobre todo con la exposición del cuerpo, lo que requiere todo un ejercicio de paciencia por parte del público, ya que éste está acostumbrado a ver cine de ritmo vertiginoso y rápido. Algo que, sin duda, no se da en esta película». El título, así como el argumento del largometraje, parte del viaje que emprende la protagonista, encarnada por Fiona Gordon, cuando, tras quedar encerrada durante un día en una cámara frigorífica, se da cuenta de que sus hijos y su marido no le han echado de menos. Entonces, ella, obsesionada con el frío, decide ir en busca de un iceberg, para lo que utilizará una minúscula barca. «Con esta historia partimos de la suspensión de la realidad para entrar en otro mundo en el que buscamos la complicidad del espectador subrayó Fiona Gordon. El humor es un componente clave para ironizar y reírnos de nosotros mismos y de nuestros fallos. Se trata de una crítica personal». Gordon, Abel y Romy escriben para ellos mismos y trabajan a partir de la improvisación en gran parte. Su largo- metraje recuerda en gran medida a los grandes maestros del humor en blanco y negro. Una característica que ellos mismos reconocieron. «Se trata de un género no realista y en el que las imágenes son tratadas como si fueran postales. Otra de nuestras características es la omisión de efectos especiales creados por ordenador. Sin embargo, nos valemos de efectos visuales y la torpeza humana creada a propósito para recalcar más la crítica personal», apuntaron. A pesar de tratarse de su primer largo, los tres cuentan con experiencia en cortos.
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