El presidente ruso anuncia un mayor impulso a su fuerza estratégica nuclear
En un discurso en el que constató que «ya sabemos lo que pasa en el mundo», el inquilino del Kremlin, Vladimir Putin, anunció un nuevo impulso a su arsenal estratégico nuclear y presentó dos nuevos submarinos de ataque, los primeros de este tipo tras la caída de la URSS. Putin aludió a las «lecciones» de Chechenia para justificar el incremento en gasto militar, y prometió que no sacrificará la economía y el desarrollo. «No repetiremos los errores de la URSS».
MOSCU
En su anual Discurso a la Nación, el inquilino del Kremlin abogó por la afirmación de Rusia «como potencia militar y económica» frente a la «fortaleza» estadounidense.En su intervención televisada, Putin constató que «es prematuro hablar del final de la carrera armamentística; al contrario, se ha acelerado y ha alcanzado un nuevo nivel tecnológico» y evocó como riesgos vigentes el de la proliferación de bombas nucleares pequeñas (mini-nukes) y la eventual aparición de armas nucleares en el espacio, proyectos perseguidos por Washington. Tras recordar que el presupuesto de EEUU en Defensa es 25 veces superior al de Rusia, defendió que «debemos construir una casa segura porque ya sabemos lo que pasa en el mundo» y anunció que en los próximo cinco años, Moscú tiene previsto dotar a la «tríada nuclear con nuevos aviones estratégicos, submarinos y lanzaderas de misiles». Tras reseñar que la investigación militar rusa ha estado centrada en los últimos tiempos en el desarrollo de armas de alta precisión y ojivas nucleares «cuya trayectoria no puede predecir un potencial enemigo», anunció que la Armada rusa recibirá este año dos nuevos submarinos nucleares estratégicos, que portarán misiles de último modelo, indicó. «Rusia no ha construido este tipo de submarinos desde 1990», recordó. «Estarán equipados con los nuevos misiles Bulava, que junto con el sistema Topol-M constituirán el núcleo de las fuerzas de disuasión estratégica», destacó. Explicó que cinco regimientos de las Fuerzas Estratégicas de Misiles ya están equipados con Topol-M y que «este año una división comenzará a recibir la versión móvil de este misil».
«Errores de la URSS»
Pese a reivindicar que el gasto militar en Rusia debe ser «equiparable» al de otras potencias nucleares mencionó a Gran Bretaña y Francia, prometió que no será incrementado a costa de la economía del país. «No debemos repetir los errores políticos o estratégicos de la Unión Soviética, de la Guerra Fría», dijo.Ello no le impidió presentar un incremento de un 20% en gastos de Defensa.
Chechenia como pretexto
En su justificación de este aumento, que prometió no supondrá el doble de los gastos en desarrollo, Putin volvió a aludir al escenario checheno, asegurando que en 1999 el Ejército ruso era incapaz de «hacer frente a sus adversarios» y que «jóvenes inexpertos fueron expuestos a las balas». Se le olvidó decir que fué el quien los mandó.
Guiño a la Unión Europea y crítica a EEUU, «el compañero lobo desmemoriado»
MOSCU Putin tuvo palabras conciliadoras hacia la Unión Europea y sus reservas al ímpetu energético de Rusia pero arremetió contra EEUU. El inquilino del Kremlin apostó por que Rusia «juegue un papel de primer orden en la formación de una estrategia energética europea unificada». Días después de que, en plena cumbre ruso-germana, blandiera la amenaza de buscar otros mercados para su petróleo y su gas, Putin matizó que «debemos cumplir nuestras obligaciones con nuestros socios tradicionales». El origen de la polémica reside en el intento de las grandes compañías rusas de acceder al mercado comunitario de distribución de gas, intento vetado por algunos socios europeos. Como telón de fondo, el recuerdo de la «guerra del gas» con Ucrania, que tuvo efectos colaterales en países de la Unión. Putin dejó los papeles y equiparó a EEUU con un «compañero lobo» que usa u olvida el tema de los derechos humanos a conveniencia. Días atrás, el vicepresidente Cheney acusó a Rusia de «retroceso democrático» y de utilizar sus recursos energéticos «como instrumento de chantaje» a sus países vecinos. El propio Bush, quien hace meses sacó del concurso la gestión de puertos estadounidenses tras presentarse una firma árabe, criticó el «nacionalismo económico en Rusia». Putin añadió que no admitirá chantajes en torno a su petición de ingreso en la OMC, en manos de EEUU. Analistas rusos calificaron la dura réplica de Putin a EEUU como un discurso de consumo para el interior del país.
La demografía, el gran reto
Putin dedicó gran parte de su discurso a la crisis
demográfica en un país que pierde «700.000 habitantes al año», según cifras
oficiales. Reconoció a su vez la frustración popular quince años después de la
caída de la URSS, aunque culpó de la situación a «las fortunas amasadas por
algunos». No precisó si incluía en sus críticas a su entorno cercano. -
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