DONOSTIA
El obispo de Donostia, Juan María Uriarte, abogó ayer por «no discriminar a unas víctimas en aras de otras» en el proceso de resolución que debe afrontar la sociedad vasca y aseguró que la Iglesia «debe estar dispuesta a quedar mal ante muchos para atender a todos».En una conferencia en Donostia sobre reconciliación, Uriarte señaló que no desea incurrir en un «concepto selectivo» de las víctimas del conflicto y afirmó que «hay algunas que han sido a la vez agresores y agredidos. Las hay provocadas por el terrorismo y víctimas generadas por abusos de las fuerzas del orden. Todas ellas necesitan ser atendidas de manera diferenciada y proporcionada».
El obispo destacó además que «reconciliarse no es amnesia acerca del pasado, sino memoria crítica sobre él», y remarcó que la reconciliación debe basarse en admitir que «ninguna idea, proyecto político, derecho individual o colectivo puede sobreponerse al respeto a la vida, a la integridad física, a la conciencia y a la dignidad moral de la persona».
Uriarte indicó que el trabajo de la restauración «puede quedar dificultado si las víctimas creen percibir bien insensibilidad de una parte notable de la sociedad hacia ellas bien utilización política de su dolor», lo que, a su juicio, «sería éticamente censurable».
El prelado donostiarra consideró que le corresponde al Gobierno español decidir «la política pacificadora y reconcilia- dora que abra una futura convivencia mejor» y resaltó que los jueces son «quienes deben establecer las penas», aunque reconoció que puede existir «una determinada oportunidad política en la que el bien común aconseje que las leyes justas se apliquen, sin desvirtuarlas, con especial flexibilidad».