VLADIKAVKAZ
El Comité de Madres de Beslan aseguró que el acusado «merece ese castigo», pero insistió en que seguirá la lucha para sentar en el banquillo de los acusados a los responsables estatales que gestionaron la crisis.En nombre de La Voz de Beslán, organización disidente del Comité de Madres, su presidenta, Ella Kesayeva, señaló que «no deseamos la pena capital ni al presidente ruso», Vladimir Putin, e insistió en que Kuláyev, no es sino «el chivo expiatorio».
Ambas asociaciones acusan al Kremlin de tratar de dirigir todas las miradas «en la culpabilidad de los terroristas y de Kulayev», ocultando la responsabilidad de los responsables de gestionar la crisis.
Citan, en concreto, la negativa a negociar con los secuestradores, las mentiras oficiales en torno a la cifra de secuestrados, «la falta de preparación del asalto a la escuela» y el uso «incontrolado de tanques y de lanzallamas.
Y sus acusaciones tienen el aval de testigos. Zara Jadieva, que perdió a su hijo, narra cómo «los secuestradores pusiieron a los niños en las ventanas para frustrar un ataque, pero nuestros soldados disparaban. Nuestros soldados mataron también a secuestrados».
Otro testigo, identificado como Edziev, vio desde la mira de su fusil a un tanque que se dirigía a la escuela. «¡Parad de disparar, hay niños dentro!», gritó a los tanquistas.
Murad Kabuiev, periodista de Beslan, ha denunciado que estos testimonios no han sido incluidos en la sentencia, que el juez terminó de leer ayer.
El mismo juez que provocó la ira de las madres de Beslan el pasado miércoles, cuando retrasó el final del juicio hasta hoy con motivo de una concentración en torno a la sala de los familiares de las víctimas.
Y que se ha negado a investigar la denuncia de que uno de los eventuales responsables del atentado del pasado miércoles en Nazran (Ingushetia), que acabó con la vida de un alto cargo ingush y otras siete personas, sobrevivió al asalto militar en Beslan.
Campaña rusa de desprestigio
Pero el Kremlin ha movido sus fichas y se afana en acusar a las madres de Beslan de»manipulación política». Sus portavoces tuvieron que soportar en la sala improperios de este tipo.«Yo voy a continuar hablando, toda mi vida, como una madre que ha perdido su razón de serr, a sus hijos», replicó, con dignidad y lágrimas en los ojos, Elmira Tuaieva. «Tengo cuestiones pendientes con el poder. No hay perdón para los que permitieron Beslan»
A su lado, Emilia Bzarova. «Tratan de desacreditarnos. Pero lo único que queremos es que se nos diga la verdad».
GARA
MOSCU
Observadores del juicio han criticado la actitud del fiscal general, quien pidió la pena de muerte para el acusado aun siendo consciente de la moratoria vigente en Rusia y de que, en cualquier caso, este castigo no está contemplado en la legislación rusa para los supuestos que se juzgaban.
Con todo, en Rusia, que no ha abolido formalmente la pena capital, aumentan las voces que defienden su reinstauración y la ampliación de los delitos punibles con esa pena.
Diputados de Rusia Unida, de Putin, hacen causa común en esta exigencia con el PCFR, con los ultraderechistas de Zhirinovski y con otras formaciones.