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Gara > Idatzia > Jendartea 2006-05-27
Peter SZIL | Sicoterapeuta y especialista en temas de género y masculinidad
«Uno de los motores de la prostitución es el odio del hombre hacia las mujeres»
Invitado ayer en la capital alavesa para hablar sobre la figura del cliente en la actividad más antigua del mundo, este veterano experto en masculinidad habla alto y claro sobre la prostitución. A su juicio, no esconde sino una relación humillante del hombre para con la mujer, una actividad en la que el hombre plasmaría todo su odio sobre la mujer. Aquí, el cliente nunca tiene la razón.

Nació en Hungría en 1951. Se formó como sicoterapeuta en Suecia y EEUU. Ha sido uno de los iniciadores de los grupos de concienciación sobre el rol masculino en Suecia a finales de los años 1970. Desde principios de los años 1990 comparte su actividad profesional entre el Estado español (Alicante) y Hungría. Es coautor de un libro sobre el control natural de la fecundidad y del libro ‘‘Masaje cotidiano’’. Pero ayer acudió a la capital alavesa ­a la que no es la primera vez que viene para conferenciar­ para hablar sobre el papel del cliente en la actividad de la prostitución. Lo hizo invitado a las jornadas sobre esta temática, organizadas dentro del programa NARO impulsado por Emakunde.

­Usted emigró como refugiado político, en 1974, de su entonces Hungría natal a Suecia, un país en donde en aquellos años la pornografía estaba en pleno auge y un país que fue referente de la libertad sexual en toda Europa. Sin embargo, su visión de es bien distinta.

Porque la segunda mitad de los años 70 no era sólo la época del pleno auge de la pornografía en Escandinavia, sino también la de un movimiento feminista que elevó su voz contra la humillación de las mujeres en ese tipo de publicaciones y de un movimiento de hombres pro feministas que empáticamente hizo eco de las reivindicaciones de ellas.

­El modelo sueco para liberalizar la pornografía fue, para usted, un mal ejemplo a seguir.

Existen desde entonces mitos que rezan que Escandinavia es el ejemplo vivo de que la pornografía tiene un efecto benéfico o que por lo menos es inocuo y que no hay liberación sexual sin dar vía libre a la pornografía. Lo único que los promotores de estos mitos ignoran u ocultan es que, entretanto, Suecia se adelantó una vez más a los demás países desarrollados del Occidente, esta vez en adoptar una severa legislación respecto a la pornografía, y que la mayoría de los personajes públicos e intelectuales suecos que en los años 60 impulsaban la liberalización de la pornografía, en los años 80 tomaron posturas radicalmente opuestas, asumiendo que la pornografía no llevaba a la esperada autorrealización de los hombres solitarios, sino a la manifestación de las formas más repugnantes del odio y de la violencia hacia las mujeres. Sin embargo en la España de hoy siguen prevaleciendo los mitos falsos.

­Usted ha estudiado el caso sueco. ¿Qué conclusión saca?

Desde entonces he trabajado más de dos décadas como sicoterapeuta con individuos de ambos sexos y con parejas, y todas estas experiencias me han confirmado que lo que es humillante para una parte en una relación no puede ser de provecho para la otra parte tampoco: la pornografía no hace menos daño a los hombres que a las mujeres.

­Daño, ¿en qué sentido?

La pornografía es el suministro de un producto al servicio de lo que se supone es la sexualidad masculina, pero no sólo eso. Es también la fuente y constante reproducción de esta noción de la sexualidad, la misma que está en la base de la prostitución y de la violencia sexual. Una manera vulgar pero elocuente de formular esta noción sería que cuando a un hombre se le empina, tiene que meterla... O sea que la pornografía no es educación sexual, ni refleja las ganas sexuales de los hombres, sino un material a través del cual los hombres aprenden el rol masculino. El mundo de la pornografía está habitado por hombres siempre activos que aunque estén completamente desnudos, nunca revelan nada de sus entrañas, y por mujeres que aunque estén llevando a cabo una actividad febril física siempre son pasivas porque no están realizando su propia sexualidad sino la dictada por las fantasías masculinas.

­Pero muchos hombres, de todas las edades, hacen uso de la pornografía.

Las personas que han formado su identidad sexual con la ayuda de la pornografía y por eso no han aprendido la diferencia entre fantasía y realidad, tienen que volver forzosamente a la pornografía para reafirmarse en esa identidad. Por eso muchos hombres viven una vida doble: en el mundo de las fantasías pornográficas y en una relación personal con una mujer, poseedora de una sexualidad propia. Sin embargo, estos dos mundos nunca se tocan.

­Y ahí entra en juego la prostitución.

Es el mundo donde las fantasías dictadas por el rol aprendido siempre se cumplen, sin que el hombre tenga que enfrentarse a su propia inseguridad o a las dificultades cotidianas de entablar o mantener una relación. Es el mundo de la prostitución.

­Hoy, otro modelo sueco, esta vez sobre el tratamiento de la prostitución, vuelve a ser un referente para muchos países.

La fórmula legal sueca es la alternativa de más sustento que los partidarios de la abolición pueden nombrar frente a los argumentos por la legalización o la regulación. Este modelo se distingue de todos los demás en que enfoca la legislación en la figura del cliente que se aprovecha de la persona prostituida. La fórmula sueca de atajar la prostitución parte de que la prostitución existe porque hay una demanda y que los consumidores de los servicios sexuales son casi exclusivamente hombres, trátese de prostitución heterosexual u homosexual. Habría que preguntarse entonces quiénes son estos hombres que compran sexo en concreto.

­¿Y quiénes son?

Hay varios discursos que explican por qué los hombres buscan prostitutas. Uno es el de la «puta guarra», que define la manera de relacionarse de los hombres con las mujeres en diferentes situaciones, no sólo en la prostitución. También está la idea de que ciertas formas de relaciones sexuales no pueden ser experimentadas con mujeres que no son prostitutas. Está también la explicación que se refiere a la timidez, al miedo, a la avanzada edad, a una minusvalía física o mental. No falta tampoco el argumento del sexo visto como mercancía, sobre todo por muchos hombres jóvenes. Y una última explicación es la de hacer frente de esta manera al acceso a la igualdad de derechos para las mujeres, visto como la pérdida de la supremacía masculina.

­¿Hay, entonces, un interés social, de los hombres, en que la prostitución se mantenga en esos parámetros?

La prostitución institucionaliza las suposiciones más básicas de la dominación masculina como orden social o, incluso, civilizatorio. El proceso de socialización de los hombres está construido sobre la certeza de que su sexo les otorga derecho a disponer de su entorno, del espacio y del tiempo de otros y, en primer lugar, otras. Este derecho se extiende también al cuerpo y a la sexualidad de las mujeres. De allí hay sólo un paso a que, tratándose de un derecho, es legítimo conseguirlo, aunque sea con violencia.

­Entonces, esa terapia de liberación sexual de la que se habla a través de la prostitución...

La prostitución son boca, vagina y ano, penetrados habitualmente con un pene, a veces manos, a veces objetos, por un hombre y después otro hombre y después otro más y otro más y otro más. Uno de los motores de la prostitución es el odio hacia las mujeres, la agresividad que motiva a un hombre a buscar y utilizar a una mujer prostituida, el profundo desdén que reduce a una vida humana a unos huecos de los que se puede aprovechar sexualmente y con la que un hombre hace lo que le da la gana. La conversión de las mujeres en objetos sexuales es un proceso de deshumanización en cuyo extremo final está la violencia sexual masculina.

­¿Y las voces que defienden, dentro incluso del propio ámbito del movimiento feminista, la regulación de la prostitución con sus derechos y deberes?

¿De qué derechos hablamos? ¿De los del prostituidor a tener libre acceso? Porque plantearlo como el derecho de la persona a prostituirse es una trampa: se estaría defendiendo el derecho de los llamados clientes. Si un grupo de mujeres abogara por su derecho a ser pegadas estaría claro que en realidad defienden el derecho de los hombres a pegar. Y al Gobierno no se le ocurriría cambiar su postura sobre los malos tratos, donde prevalece el derecho de la víctima a ser protegida y se niega el derecho del maltratador a pegar. Intelectuales como, por ejemplo, Rosa Montero reconocen que es una esclavitud, pero que hay que regularla. Lo coherente sería observar que la esclavitud, por definición, debe abolirse, no regularizarse.

­Como veterano sicoterapeuta, ¿qué alternativa propone a la demanda de la prostitución?

Que los hombres reconsideren radicalmente su responsabilidad en la prostitución, que partan de que la prostitución es parte íntegra de la cuestión masculina, algo que concierne a la sexualidad masculina y no a la sexualidad femenina, ya que sin demanda masculina de prostitución no habría mujeres prostituidas. Hombres que sean capaces de cuestionar de forma colectiva un orden social sexista donde un grupo de personas domina sobre otro, donde un grupo de mujeres debe estar accesible a las «necesidades» sexuales de los hombres. -



«Berdintasunaren Legeak nahiko denbora izan du fruituak ematen hasteko»
GARA

BILBO

Euskal Herriko Bilgune Feministak salatu zuen 2005eko otsailaren 18an onartu zuten EAEko Berdintasun Legeak hainbat kontu konpondu ez dituela.

Taldeko kideen ustez, lege horrek nahiko denbora izan du «fruituak ematen hasteko» baina aurrerapausorik ikusi ez dutela kritikatu dute. Gaur egun, emakumeek «garai honetatik eta askoz aurreragotik datozen hainbat arazo» dituztela gaitzetsi zuten. Hori adierazteko hainbat adibide aipatu zituzten. Alde batetik, «atzerriko enpresek igortzen duten publizitate sexistaren aurkako ekintzak egiten hasi badira ere», sexismoak iragarkietan agertzen jarraitzen duela salatu zuten. Horrez gain, EiTB taldeak ere iragarki sexistak zabaltzen jarraitzen duela kritikatu zuten.

Beste alde batetik, sexu indarkeriaren arazoari aurre egiteko ekintza gutxi aurrera eraman direla aipatu zuten: «Oraindik ez dugu honen aurka lan egiteko plan integralik ezagutu». Gainera, lan munduko datu ofizialek egun «sexuen artean dagoen ezberdintasuna inon baino argiago» uzten dutela esan zuten. Bilgune Feministak aitortu zuen emakumeei gutxiago ordaintzen dieten edota sarbide egokia ematen ez dieten enpresen aurkako neurriak Lakuako Gobernuak noiz hartuko dituen zain daudela.

Horiek hala, Bilguneak uste du EAEn dagoen diskriminazioa ekiditeko lan handia egin behar dela oraindik. Ekimen hau aurrera eramateko «plangintza sendo eta integralak diseinatu, betetzeko erabaki politiko irmoa hartu eta horretarako sail ekonomikoa» jarri behar dela adierazi zuen.

Prostitutas reclaman una directiva de la Unión Europea

Un colectivo de prostitutas europeas reclamó ayer en Madrid que las autoridades comunitarias impulsen una directiva que regule en toda la Unión Europea el ejercicio de su actividad, como una profesión, según explicó Wesceslada Angulo, representante del Comité de los Derechos Civiles de las Prostitutas. A su juicio, la UE debe tener «un discurso político único», al contrario de lo que ocurre en la actualidad en distintos estados.


 
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