La supuesta Ministra de Cultura (sic) se sintió con un apretón de notoriedad y quiso dar una primicia a la prensa que cubría un acto técnicamente cultural como es la inauguración de una Feria del Libro, aunque prácticamente mercantil, monárquica y de propaganda institucional como es que paseen con escoltas la reina y la ministra departiendo por los stands con una frivolidad absoluta, pervirtiendo lo cultural en salsero. Y como esa señora ministra se viste de Ruiz de la Prada, pues los colorines le han inundado, si no es que ya estaba inundada previamente y les dice de mutuo propio, sin que nadie le pregunte a la prensa, “Rocío Jurado ha sufrido un infarto cerebral y se encuentra grave”.

La que se montó, todos a la casa de la tonadillera a montar guardia, casi se declara ya día de luto nacional, y resulta ser que no era nada, que alguien le había dado una información sesgada, camuflada, no contrastada y ella, la ministra, quiso tener sus minutos de gloria televisiva salseras, amarilla, y dio una noticia que aunque fuera cierta, no tenía ninguna relevancia en el contexto. ¿La han dimitido, la han premiado, la han puesto en nómina en algún programa del corazón? Es lamentable que asuntos tan sensibles como la Cultura estén en manos de personas tan poco preparadas sicológicamente como para estar a la altura de las circunstancias. Y hablo de Madrid, pero si miro a Lakua me sobreviene la gastroenteritis. Cuando menos, la ministra estuvo precipitada, porque después la familia no confirmó absolutamente nada, no habían noticias añadidas a las habituales de una enferma en estado complicado que merece más respeto que el mostrado por la señora Calvo.

Por otro lado, sigo viendo a Patxi Alonso diariamente hablando de partidos añejos con sus amigos vascos. La Sexta, además del fútbol, tiene concursos normales, programas de zapping vulgares, y se dedican a mostrarnos las gracias de los animales, género muy en boga actualmente en todas las cadenas generalistas, por lo que si no pueden conectarse, esperen tranquilos al intenista porque, de momento no se pierden casi nada. Esta cadena abrió precipitadamente y va a sufrir un revés, aunque tenga el Mundial. -