Xabier acoge doce obras monumentales de Jacques Lipchitz, escultor referencial de la vanguardia cubista
·La muestra, comisariada por Kosme de Barañano, podrá visitarse hasta el 24 de setiembre
XABIER
La explanada del castillo de Xabier acoge desde ayer la exposición “Jacques Lipchitz, encuentros de culturas”, dedicada a uno de los escultores más destacados de la vanguardia europea del siglo XX. Comisariada por Kosme de Barañano, consta de doce obras monumentales, procedentes de Suiza y cedidas por la Fundación Jacques & Yulla Lipchitz, presidida por el hijo del artista.
El papel de Jacques Lipchitz, nacido en Lituania en 1901 y fallecido en Capri (Italia) en 1973, está considerado clave en el movimiento cubista, al igual que el de Pablo Picasso, Juan Gris o Julio González, con quienes coincidió en París.
Obligado a emigrar de Lituania al Estado francés, y de aquí a Estados Unidos, Lipchitz vivió sumergido en la vanguardia de su tiempo. Su estudio de París, por ejemplo, fue diseñado por Le Corbusier y el de Hastings, en EEUU, por Lowentisch.
«Su obra asegura Kosme de Barañano no sólo habla de exilios, sino también de otras desgracias (a mediados de los 50 ardió su estudio de Nueva York), pero, sobre todo, habla de la capacidad de recuperación del ser humano».
«Viajero infatigable continúa el comisario, hay en la vida de Lipchitz un deseo de trascender fronteras con su arte, una universalidad añorada y deseada, que expresa con temas judíos, cristianos o de la mitología griega, en diálogo con las vivencias actuales». Ejemplo de ello son los títulos de las obras expuestas en Xabier: “Jacob y el Angel”, “David y Goliat”, “Hacia un mundo nuevo”, “Regreso del niño”, “Milagro II”, “Madre e hijo”, “Nacimiento de las Musas”, “Lección de un Desastre”, “Belerofonte somete a Pegaso”, “Gobierno del pueblo”, “Agar en el desierto” y “El último abrazo”.
“Jacques Lipchitz, encuentros de culturas” podrá visitarse hasta el 24 de setiembre.
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