La proliferación de ataques deja en un segundo plano el juicio a Saddam
BAGDAD
La serie de ataques, atentados, operaciones represivas y de guerra sucia que tuvo lugar ayer en Irak dejó un saldo de al menos 61 personas muertas, incluidos dos corresponsales británicos de la cadena estadounidense CBS, lo que relegó a un segundo plano más marginal que nunca el propagandístico juicio al ex presidente Saddam Hussein.La muerte de los periodistas tuvo una gran eco mediático. Dos miembros del equipo de noticias de la cadena CBS fallecieron y una corresponsal resultó gravemente herida cuando el convoy militar en el que viaja- ban fue alcanzado por explosivos colocados en la carretera en el centro de Bagdad. El veterano cámara Paul Douglas, de 48 años, y el técnico de sonido, James Brolan, de 42, murieron en el acto, mientras que la corresponsal, Kimberly Dozier, de 39, resultó gravemente herida y se encuentra ingresada en un hospital militar estadounidense de la capital iraquí, informó la propia CBS. Los tres viajaban en un vehículo del Ejército estadounidense de la Cuarta División de Infantería cuando explosivos colocados en la calle hicieron explosión al paso del convoy. Los periodistas se encontraban informando fuera del vehículo y se cree que llevaban puesto el chaleco antibalas.
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