Ni medio lleno ni medio vacío. El cántaro cuando va a la fuente va vacío y sale lleno. Y pesa más. En algunos lugares vemos las imágenes de los cántaros en la cabeza, de cómo las mujeres andan horas para ir a buscar una fuente donde llenar el cántaro de agua. Pero nos damos la vuelta y vemos chorritos juguetones en los chalés, en los parques. Agua. Aguador. El aguador. Miguel Bosé se pone al lado de los algodoneros peruanos. Su competencia mundial es el algodón norteamericano que se subvenciona y se vende a bajo coste para reventar el mercado. Agua. Aguador. Dentro de nada saldrá muy caro aguar el vino. En Zaragoza, la virgen del Pilar dice que quiere bañarse en el Ebro, y han montado un exposición dedicada al agua para dentro de unos meses. De momento, el agua se mezcla con cemento y da comisiones. El aguador.

En la primera estatal, por la mañana, antes de que aparezca el vendedor de salud, en lo que se considera la parte política, en vísperas del debate del “Estado de la Nación”, se dedican a hacer un recorrido histórico de lo que era ese lugar hace unas décadas y comprobamos cómo el señor presidente del Congreso presidía, mientras se fumaba un seguro de a palmo. Hubo un tiempo en el que el agua corría por los arroyos, era cristalina, se podía beber sin apenas encomendarse a ningún chamán y en los lugares públicos se fumaba, y se fumaba a gusto. En TVE andan con sus cincuenta años sin saber si deben celebrarlos o simplemente recordarlos. Hay momentos que los archivos se convierten en los máximos editoriales. Y hay departamentos en donde la sensación de derribo es bastante obvia. Pongamos que hablamos de deportes mayoritarios.

Aunque si se mira bien, de esa fuente han manado la mayoría de los cuadros de las restantes cadenas televisivas. Es lógica evolucionista. Después llegan los pasterizados, los consagrados en Italia, los que salen de la empresa pura y dura. En La Sexta ficharon al equipo entero del mayorista de publicidad de Tele 5, y ahora acaban de fichar al director musical, que es hijo de Carmen Sevilla y de Augusto Algueró, que se encuentra con la sintonía del millón de euros: «Opá vamo a ganá er mundiá». Agua. -