Zapatero sortea los ataques de Rajoy recordando datos de la era Aznar
El duelo Zapatero-Rajoy en el Congreso español fue un debate entre ignorancias. El orador conservador acusó al presidente de «no saber qué hacer con España» y el líder del PSOE afirmó que el del PP «no tiene ni idea de lo que es realmente España». Eso sí, a la hora de las valoraciones, cada cual vio como claro ganador a su propio representante.
MADRID
El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, dedicó buena parte de su intervención en el «debate sobre el estado de la Nación» a destacar lo que considera buena marcha de la economía, algo que el líder de la oposición, Mariano Rajoy, no negó, aunque matizó que el crecimiento «no llega a los españoles».Como estaba previsto, en el cara a cara entre ambos no hubo ni una sola referencia al alto el fuego permanente de ETA y sólo aludieron a ello en sus intervenciones iniciales. En su turno de contrarréplica, Rodríguez Zapatero resumió los «pronósticos catastrofistas» realizados por el PP desde que él llegó a La Moncloa y lo que, a su juicio, realmente ha ocurrido. Y remató: «en estos dos años han sido profetas del desastre y un desastre como profetas». También hizo uso de datos relativos al paso de Rajoy por el Ministerio de Interior, llegando a la conclusión de que mientras el hoy líder de la oposición era ministro, «aumentó la tasa de criminalidad». Y también se refirió a la política exterior de la era Aznar: «Bush y Blair han reconocido errores sobre Irak. Los españoles estamos esperando a que el PP reconozca los suyos en esta Cámara». Rajoy reservó sus críticas más duras para los temas de la inmigración y la inseguridad. El Gobierno, afirmó, «está desbordado»; «después de no hacer nada, ahora se mueve con prisas»; «por cada uno que entra en cayuco, se nos cuelan cien por el Pirineo». Acusó al Gobierno de Zapatero de no impedir la llegada de una delincuencia «importada» y señaló que «mi deber es exigirle que no arraiguen en España las bandas callejeras y los secuestros exprés». Zapatero contestó contrastando datos actuales de inmigración sin papeles con los existentes en la etapa del PP al frente del Gobierno, cuando dijo que se redujeron los efectivos de las Fuerzas de Seguridad para controlar la entrada de inmigrantes y se realizaron regularizaciones «desordenadas».
«Vascos y antivascos»
En cuanto a la política territorial, el presidente del PP acusó a Zapatero de haber sembrado una «división sectaria» entre los españoles porque «ahora hay otro tipo de buenos y malos»: los «catalanes y anticatalanes, andaluces y antiandaluces, vascos y antivascos. Lleva dos años intentando desbordar el dique de la Constitución y desfigurar eso de lo que ahora estamos hablando: la Nación», apostilló Rajoy, quien citó como prueba de ello el Estatut.Fue entonces cuando Zapatero se mostró más duro: «pienso que usted no tiene ni idea de lo que es realmente España». Para él, la idea que el PP tiene del Estado español «no es útil, no sirve», y acusó a Rajoy de haber optado por «dividir y enfrentar», como cree demostrado con el debate sobre el Estatut. Rodríguez Zapatero colocó el tema en que se sentía bien armado, la economía, en el centro de su discurso inicial en la primera jornada del debate. Detalló los datos de crecimiento económico y creación de empleo, además de augurar que la reforma fiscal mejorará la «eficiencia» económica y la laboral reducirá la alta temporalidad. Aprovechó para hacer dos anuncios que afectan a los jóvenes: la exención fiscal para quienes alquilen sus viviendas a menores de 35 años y la rebaja de la mitad de las cotizaciones a la Seguridad Social para el primer contrato indefinido que hagan jóvenes empresarios. Zapatero insistió en que la economía española «crece mejor» y «avanza» hacia un cambio en el patrón de crecimiento, como lo muestran datos como la mejora de la inversión en bienes de equipo, de las exportaciones o del sector industrial.
El reparto de Rajoy
El llamado «líder de la oposición», sensiblemente más flojo que en anteriores intervenciones, reconoció los buenos resultados macroeconómicos, pero insistió en que el crecimiento «no llega a los españoles» y advirtió de que el aumento de la población, como consecuencia de la inmigración, afecta en términos de renta per cápita, y supone que «toca menos a la hora de repartir».
Ofertas de CiU y ERC
MADRID Tanto CiU como ERC se ofrecieron a apoyar a José Luis Rodríguez Zapatero en su labor de Gobierno. En nombre de la coalición, Duran i Lleida afirmó que se está abriendo un «nuevo ciclo» en esta legislatura, en el cual no quiere estar en la oposición, por lo que expresó la disposición de CiU al «diálogo con el Gobierno». El republicano Joan Puigcercós ofreció al presidente Zapatero mantener la alianza parlamentaria establecida al comienzo de su mandato con el objetivo de que el PSOE pueda agotar los dos años que restan de legislatura. A pesar de las diferencias en torno al Estatut, declaró el diputado de ERC, «hay trecho por recorrer desde la izquierda».
|