Maite Soroa
Otro nombre para el Debate
Ayer empezó en Madrid lo que, pomposamente, llaman «Debate sobre el estado de la Nación». Española, claro. Y a Fernando Jáuregui le parece que el título debiera ser otro. Decía en “La Opinión” que «debería llamarse ‘debate sobre la conveniencia o no de meter a Arnaldo Otegi en la cárcel’. Que es de lo que se discute en las profundidades de la política y en los cenáculos de la justicia, en medio de una radical disparidad de opiniones». Y así concluía que «va a resultar inútil que el presidente Zapatero trate de salir del paso anunciando un próximo, incluso inminente, debate parlamentario específico sobre la negociación con ETA. Ya este debate sobre el estado de la nación habrá de girar en buena parte sobre los modos, los tiempos y las condiciones en los que tendrán lugar los próximos contactos con la banda terrorista. Si es que, advierten en medios próximos al Gobierno, quienes se empeñan en lanzar por la borda todo el proceso no logran hacer realidad sus planes».El veterano opinador sentenciaba que «los debates sobre el estado de la nación rara vez tienen algo de constructivo». Y lo que más lamentaba era la posibilidad de que «para colmo, la sombra de Arnaldo Otegi se erija como gran protagonista más o menos tácito entre los parlamentos del jefe del Gobierno, del jefe de la oposición y de los líderes de los restantes grupos parlamentarios. ¿Hay que encarcelar a Otegi o no hay que hacerlo? Los jueces discrepan, los fiscales también, los medios lo mismo y no hablemos ya de las fuerzas políticas. (...) ¿Hace bien Grande-Marlaska empeñándose en la prisión del hombre que se ha colocado al frente de una fantasmal ‘comisión negociadora’ de la paz?». O sea, que lo de la «independencia» del Poder Judicial es un camelo. Yo ya lo intuía. Se debate en la duda el columnista y se pregunta: «¿Qué
tiene todo ello que ver con el encarcelamiento o no de Arnaldo Otegi? Pues ya lo
ven ustedes: mucho más de lo que parece. ¿Estamos o no en condiciones de abrir
un portillo hacia una nueva era, llena, como todo inicio de etapa, de
incertidumbres? ¿Nos fiamos de quien está encargado de la apertura de esa
puerta? ¿O más bien estamos convencidos de que todo se irá al traste, porque no
se dan las condiciones que garanticen el éxito? Eso, personalizado en el futuro
carcelario o en libertad de un personaje como Otegi, es lo que se discute, nada
menos, en este debate sobre el estado de la nación. Menuda papeleta». Ya ven lo
despistados que andan. - msoroa@gara.net
|