Declaran el estado de emergencia en Basora por el aumento de la resistencia
El primer ministro iraquí, Nuri al-Maliki, decretó ayer el estado de emergencia durante un mes en la sureña ciudad de Basora, segunda en importancia del país. El fiel aliado de los ocupantes justificó la medida por el aumento de la resistencia, mientras que acusó a formaciones chiítas de «injerencia» en la labor policial.
BAGDAD
Al-Maliki visitó ayer Basora para declarar el estado de emergencia en la ciudad, mientras más de veinte personas perdían la vida en diferentes ataques a lo largo del ocupado país.El primer ministro, escoltado por guardias armados estadounidenses, dijo que «lamentamos la triste situación en Basora, pero la solución está en manos del pueblo y el poder central solo puede ayudarle», dijo al Maliki . El político explicó que el estado de emergencia estará en vigor durante un mes en Basora, desde ayer mismo, y que todos los organismos de seguridad serán puestos en estado de alerta para «hacer frente a la deteriorada situación de seguridad en la ciudad». «Durante este mes se van a imponer varias medidas, entre ellas algunas para frenar la entrada de infiltrados llamó así a los combatientes y algunos departamentos de seguridad serán disueltos y otros reformados», agregó. La seguridad en Basora está principalmente en manos de los ocupantes británicos, que han visto en los últimos meses cómo se han multiplicado los incidentes contra su presencia. Al-Maliki dijo que «el Gobierno iraquí no titubeará en usar toda la fuerza contra las bandas que se dedican al tráfico ilegal de petróleo u otro tipo de mercancía en Basora». El primer ministro también rechazó la «injerencia» de partidos políticos chiíes en el trabajo de las fuerzas policiales en Basora. Entretanto, tras el ataque con morteros cometido en el distrito bagdadí chiíta de Dora, que causó nueve muertos y veinte heridos, el balance provisional de víctimas mortales de la jornada de ayer se eleva a 21. Además, se descubrieron 40 cuerpos con signos de tortura en la capital y en otros puntos del país. Entre las víctimas figuran el ex gobernador de Diwaniya, el jefe de la administración de Moqdadiyah, dos policías en Tikrit, un periodista en Bagdad y cinco personas en Baquba. En Bagdad, los ocupantes ametrallaron un vehículo en un control matando a dos mujeres.
Se aleja la posibilidad de la retirada parcial
GARA
WASHINGTON Tras el despliegue adicional de 1.500 soldados en Irak, las esperanzas estadounidenses de acometer una retirada significativa de tropas de Irak se desvanecen. Dos batallones de blindados, estacionados hasta ahora en Kuwait, serán enviados a la provincia de Al Anbar. El Pentágono explicó que se trataba de un movimiento normal de tropas, pero el anuncio fue muy mal acogido por la opinión pública estadounidense que, según los sondeos, cada vez muestra una mayor oposición a la brutal aventura colonial del presidente Bush. El Pentágono repite que cada vez son más los batallones iraquíes preparados, pero rechaza precisar si alguno de los 71 batallones 263.400 soldados organizados por los invasores está realmente capacitado para enfrentarse a la resistencia iraquí sin apoyo extranjero. En la actualidad, EEUU cuenta sobre el terreno con una fuerza de alrededor de 135.000 soldados. El martes, el influyente congresista demócrata John Murtha, ex marine y gran defensor de las aventuras militares de EEUU, dijo que los ocupantes debían salir inmediatamente del país para no quedar en medio de la «guerra civil». Murtha añadió que «hemos perdido el corazón y el espíritu de los iraquíes». La Casa Blanca dice que publicará la
«investigación» sobre Hadiza
GARA
WASHINGTON La Casa Blanca prometió ayer que se darán a conocer todos los datos obtenidos en la «investigación» sobre la matanza de Hadiza, localidad iraquí en la que marines estadounidenses mataron a sangre fría a 24 personas. George W. Bush dijo ayer que se sintió «agitado» por las acusaciones vertidas contra sus marines. Según afirmó ayer el portavoz de la Casa Blanca, Tony Snow, el Departamento de Defensa «investiga» las denuncias y «cuando se concluyan los informes se darán a conocer todos los resultados al público, para que tengamos una imagen completa de lo ocurrido». Las denuncias acusan a los marines de haber matado indiscriminadamente a 24 civiles en Hadiza, entre ellos mujeres y niños, el pasado 19 de noviembre, en venganza por la muerte de un ocupante poco antes de la irrupción de los estadounidenses en tres viviendas. En EEUU comparan el incidente con la matanza de My Lai en Vietnam, en marzo de 1968, cuando más de 500 civiles fueron masacrados en esa aldea vietnamita.
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