Raimundo Fitero
El peso
Le está costando a José María Iñigo bajar peso, pese a estar en una isla caribeña en supuestas condiciones no propicias al engorde. Es posible que su balanza diga lo contrario y que haya bajado algún kilo, pero no se le nota en televisión. Por ejemplo, a los concursantes nos los presentan con lo que pesaban al entrar y lo que ahora mismo dan. A simple vista se les nota que han bajado. Ya eran magros, pues ahora aparecen flacos. Y ellas andan justas, guardando las formas . “Supervivientes” no es nada más que un entretenimiento para morbosos, pero procura algunas imágenes que nos dejan cavilando. No sabemos sobre qué exactamente cavilamos, pero quizás se trate de pensamientos hechos con la materia de los gases. Y es que un pedo por televisión da para varias horas de comentarios, para que se reproduzca en todos los horarios y para que su emisor quede consagrado de por vida como un pedorro.El que ha perdido peso es Diego Armando Maradona, que ha fichado por Cuatro para animarle un poco lo del Mundial que empieza en pocos días. Aparece en todos los programas de la cadena, se muestra muy entero, su ánimo parece dispuesto para aguantar todas las circunstancias y se esconde bajo una capa de remordimiento y cinismo que le impide soltarse, mostrar esa sonrisa cautivadora. Es como si se le hubiera quedado en el rictus la fotografía de la adicción. Si se le mira bien mantiene el espectro del horror. Pero mantiene el peso que logró tras su operación. Cosa muy importante. Parece que, el ahora estrella de la televisión en Argentina, es la inversión que ha hecho el canal para intentar que sobreviva “Maracaná”, un espacio que languidece por su propia estructura, que ha servido para dejar a Carlos Latre convertido en una caricatura de sí mismo, que no convence a nadie y que después del Mundial, pensando en la próxima temporada tendrán que buscarle otro formato para que se pueda mantener en la parrilla con garantías. En el próximo mes tendremos excesos futbolísticos, un ambiente propicio, pero después viene el verano, y cuando empiece la Liga, tendrán que ponerse las parrillas al día sabiendo el peso que debe tener el fútbol. -
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