PARIS

En su lucha por ganar el único título del Grand Slam que falta en su palmarés, o al menos intentar alcanzar la final, circunstancia que tampoco ha conseguido aún, Federer mantuvo la concentración en los 86 minutos del duelo, y a pesar de la interrupción de la lluvia desplegó un tenis fácil, suelto y resolutivo.

En realidad las condiciones del torneo de París se acercaban ayer más a las de Wimbledon, con lluvia intermitente, o a las de Hamburgo, con bolas pesadas y humedad, donde el suizo se ha impuesto en tres ocasiones. Y eso favoreció el rápido desenlace.

Falla había perdido también contra Federer hace dos años en la hierba inglesa, donde solo pudo arañar tres juegos al suizo en tan solo 54 minutos, un récord del número uno, que ayer jugó con mayor rapidez y resolución que en su debut contra el argentino Diego Hartfield, 139 del mundo. No obstante, el colombiano tuvo sus opciones en el segundo set, desaprovechadas ante el fulgurante cambio de ritmo del europeo. Su victoria le coloca en tercera ronda en donde se enfrentará al chileno Nicolás Massu (32).

«Algunos pueden ver como mala suerte que te toque con Federer. Para mí, es algo que me motiva mucho. Jugar contra el número uno del mundo aquí es lo mejor que te puede pasar», dijo Massu, tras vencer al bielorruso Max Mirnyi por 6-4, 7-5, 6-4.

También el tenista argentino David Nalbandian, tercer cabeza de serie, logró el pase a tercera ronda tras superar un bache en el partido contra el francés Richard Gasquet, al que terminó por derrotar por 6-2, 3-6, 7-5, 6-0 en algo más de dos horas y media. En la pista central de París, con un tiempo frío y amenaza de lluvia, Nalbandian se mostró superior al joven jugador francés, que terminó por derrumbarse e incluso entregó el partido a su rival.