I. IRIONDO
Dos rarezas en el discurso del PNV
Josu erkoreka tuvo la intervencion que cabiaesperar, pero sorprendio en algunos pasajes.
Al portavoz del PNV, Josu Erkoreka, volvió a tocarle hacer de despertador del debate, iniciando su discurso con más diputados fuera que dentro del hemiciclo. Su intervención se ajustó a los cánones clásicos de su partido: defensa de la paz, crítica a ETA, reivindicación del derecho a decidir incluido el cambio de marco, demanda de que el actual se llene de contenido mientras no sea alterado, y defensa de los diversos acuerdos alcanzados con el Gobierno en lo que va de legislatura.Sin embargo, el arranque de la intervención de Josu Erkoreka resultó inusual. Quiso «responder a las insinuaciones que en tono acusatorio han sido proferidas desde la izquierda abertzale», con comentarios como «tantos viajes a Madrid», «tantos acuerdos con el PSOE»... Lo consideró contradictorio con que ahora «se jacten de llevar seis años hablando con el PSOE sin interrupción alguna y con una interlocución creciente y expresen su disposición a negociar con el Gobierno, mientras, por otra, nos reprochan a nosotros el hecho de mantener una interlocución que ellos desean para sí». Y lo curioso es que semejante inicio del discurso no obedecía siquiera a ningún aspecto de última hora, como pudiera ser el anuncio de Patxi López, sino que había sido preparado con anterioridad, puesto que el diputado José Ramón Beloki ya anunció el martes que ésas serían las primeras palabras del portavoz del PNV. Pero la respuesta-reprimenda de Erkoreka a la izquierda abertzale parte más de un cliché que de la realidad. Es cierto que desde la izquierda abertzale se ha criticado la trayectoria pactista del PNV, pero no por el hecho de pactar sino por los contenidos de los pactos, que este sector político ha considerado que anteponían los intereses partidistas y económicos del PNV a las necesidades de Euskal Herria. El otro punto insólito de la intervención del portavoz del PNV fue su insistencia en aclararle al presidente del Gobierno español que por ellos podía ahorrarse el volver al Congreso para anunciar el inicio del diálogo con ETA. Y no era por despecho de que Zapatero hubiera adelantado la noticia en un acto de partido en el BEC. Daba la impresión de que había algo más de fondo. Podría incluso pensarse que el PNV no deseaba que ese punto volviera al Congreso porque cree que puede darle a ETA un protagonismo que prefiere evitar. Resulta llamativo que un partido de la fortaleza y tamaño del PNV, imprescindible para acordar el futuro de Euskal Herria y que cada día insiste en que en 1979 no se equivocó, a veces dé estas muestras de inseguridad ante la trayectoria de la izquierda abertzale. -
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