GASTEIZ
En la sesión de ayer sí se habló de Euskal Herria en el Congreso de los Diputados. Por una parte porque fue el turno de los grupos vascos y, por otra, porque el presidente del Gobierno español se avino a ello. Baste recordar que la víspera Zapatero no entró en el tema ni cuando los portavoces de CiU y ERC le mostraron su apoyo.Fue Josu Erkoreka, del PNV, quien desde las 9.00 insistió en que la paz «es el principal asunto de cuantos integran la agenda política y no se puede ignorar en el debate». El portavoz jelkide comenzó haciendo referencia a las conversaciones de Batasuna con dirigentes del PSE, para advertir a Zapatero de que «tenga claro que no nos representa ni a nosotros ni a los miles de ciudadanos que nos han votado». «Es posible que haya cierta coincidencia, pero las significaciones políticas son diferentes porque nosotros nunca hemos hecho uso del cóctel molotov ni lo hemos amparado».
«Diálogo con todos»
En su respuesta, José Luis Rodríguez Zapatero pidió a Josu Erkoreka que entendiera que «sobre quién dialoga con quién en el País Vasco mis palabras han de tener en este punto la máxima prudencia». A esto añadió que «ojalá podamos tener un escenario en un tiempo razonable en el que el diálogo político entre todas las fuerzas, todas las ideas, se pueda producir. Eso significaría que todas aceptan inequívocamente las reglas del juego democrático y la legalidad».Aclaró también que «el Gobierno y el PSOE saben muy bien lo que el PNV representa en Euskadi».
Erkoreka criticó a Zapatero que hubiera anunciado el inicio del diálogo con ETA en un acto de partido en Barakaldo e insistió a lo largo de su discurso y su réplica en que ya tenía aval del PNV para iniciar las conversaciones, sin necesidad de que lleve la cuestión al Congreso.
Acuerdo político
El portavoz jeltzale defendió el derecho de autodeterminación. Recordó que «durante años, a los nacionalistas vascos se nos ha dicho que, sin violencia, todo era posible; nada era, por definición, inalcanzable».Por todo ello, concluyó que «ya no es hora de prometer. Ahora, se ha de comprometer en la búsqueda de ese acuerdo histórico y definitivo. Un acuerdo que fijará las condiciones pactadas en las que los vascos decidiremos nuestro futuro. Ha llegado el momento de hincar el diente, en toda su profundidad, a la cuestión política vasca. No como pago de precio político alguno a ETA sino como todo lo contrario: como una impecable lección democrática a ETA, a la que se dará a entender que si ahora es posible este debate, es, precisamente, porque ha desaparecido. El arreglo político no sería consecuencia de la violencia, sino de su cese».
Zapatero insistió en que el derecho de autodeterminación no tiene amparo en ninguna resolución de la ONUni ningún anclaje «en nuestro ordenamiento jurídico». Y pidió «capacidad política e histórica» por parte de todos para «dejar de lado conceptos mitificados que dificultan el entendimiento».
Una vez más, el presidente español apuntó que «por supuesto que sin violencia todas las ideas se van a poder defender, por supuesto que los ciudadanos vascos decidirán su futuro dentro de la legalidad». Propuso como método para ello «el diálogo político» y como objetivo «un gran acuerdo histórico de convivencia para una Euskadi que es plural. Y de convivencia de Euskadi con España. Con el conjunto de España». Además, consideró necesario que en ese diálogo estuviera implicado el PP.
Comenzar a hablar
José Luis Rodríguez Zapatero aseguró en esta intervención que «el Gobierno tiene ideas y propuestas» para ese acuerdo, pero no quiso adelantarlas porque todavía no es el momento. En este contexto, recordó el presidente su máxima habitual de «primero la paz y luego la política».Sin embargo, a la vista de que «la tarea de ver la paz, de alcanzar el fin de la violencia, va a ser una tarea que lleve su tiempo», precisó que «eso no va a impedir que el diálogo político empiece. Pero sí va a condicionar lo que son las expectativas para ese diálogo que va a exigir tiempo, sensatez, prudencia, máxima sinceridad por todas las partes y, por supuesto, una voluntad de acuerdo, sin prejuicios, sin clichés», añadió Zapatero.
Derechos históricos
Erkoreka, por su parte, señaló que el objetivo de ese diálogo no debe ser mejorar el actual autogobierno sino hacer uno diferente, y que el límite no debe ser el marco legal sino la voluntad popular.El secretario general del PSOE le respondió frente a ello que legalidad que se puede cambiar por mayorías y voluntad popular suponen «los dos pilares de la democracia». Le recordó que el ordenamiento jurídico vasco nace de la Constitución española, que reconoce los derechos históricos «como un hecho singular». Y señaló a continuación que cree que éstos «han de estar presentes» a la hora de buscar un nuevo acuerdo político.
«Respeto a lo que se decida en la mesa
vasca»
Begoña Lasagabaster | Eusko Alkartasuna
La portavoz de EA, Begoña Lasagabaster, destacó que por primera vez se celebra un debate «sin aludir a la losa de ETA», afirmó que existe «luz al final del túnel» y pidió el acercamiento de los presos a las cárceles vascas, puesto que «es una cuestión exclusivamente de cumplimiento de legalidad y no de contrapartidas de otra naturaleza».
En su discurso subrayó que asistimos a «un momento crucial para el futuro, en el que debemos hablar de conceptos claves como identidades, nación o estado».
Criticó que de las cuatro propuestas de Estatuto presentadas a Madrid «sólo la de Euskadi recibió un no rotundo». Advirtió de que las fuerzas políticas vascas volverán a plantear el debate y esto se producirá «cuando los partidos que representan a los ciudadanos puedan estar todos en la mesa».
Insistió en que «a los distintos representantes de los ciudadanos vascos les corresponde decidir el momento, los procedimientos, los contenidos y ritmos de trabajo, a nadie más», y avisó de que «debe respetarse lo que allí se acuerde».
«Agradecemos su respeto al ordenamiento»
Uxue Barkos | Nafarroa Bai
Nafarroa Bai afirmó ayer que «el futuro de Navarra está solo en manos de sus ciudadanos. De nadie más». Y cuando el presidente del Gobierno le respondió asegurando que el Gobierno será respetuoso con «el ordenamiento jurídico actual», Uxue Barkos se lo agradeció expresamente en su réplica.
Junto a ello, Nafarroa Bai solicitó «una política penitenciaria de acercamiento que posicione al Gobierno en la vanguardia del proceso de paz», y le anunció a Zapatero que, en este proceso, «tendrá en nosotros compañeros firmes y empeñados en hacer este camino hacia la paz».
Barkos demandó gestos a todas las partes, que deben ser «especialmente generosos en estos momentos para con las víctimas».