París vuelve a echar balones fuera
Euskadi Ta Askatasuna hizo público ayer un comunicado dirigido a la ciudadanía y a las instituciones del Estado francés en el que emplaza al Gobierno de París a que aborde el conflicto mediante el diálogo y la negociación y respete los derechos básicos de nuestro país, al tiempo que pide a la sociedad que «no colabore con el proceso de colonización territorial contra Euskal Herria». El escrito destaca que ETA mantiene el alto el fuego anunciado el 22 de marzo y subraya, una vez más, su voluntad de llevar este proceso hasta el fin, en la confianza de que la respuesta será acorde al paso dado por la organización armada. Frente a quienes, incluso desde EuskalHerria, pretenden despreciar o ridiculizar la capacidad política de ETA y las repercusiones de sus comunicados Josu Jon Imaz les propuso que creen un blog, «que además es gratis», y «nos dejen en paz» lo cierto es que la respuesta del Gobierno francés no se hizo esperar. Y aunque trata de echar balones fuera, subraya que a esta cuestión se le debe dar una «solución política».
No cabe pensar que la respuesta dada por los gobierno francés y español al comunicado de ETA sea improvisada. Tanto los pasos dados por París ayer como por Madrid evidencian la existencia de una cierta previsión para el momento en el que la organización armada vasca hiciera un emplazamiento directo al Estado francés. El Gobierno de Dominique de Villepin recurrió a su Ministerio de Exteriores para reforzar la idea de que ésta es una cuestión ajena que únicamente atañe al Ejecutivo español, quien, a su vez, a través de la vicepresidenta primera, señaló que ETA se sitúa «fuera de la realidad» al «emplazar a otro Estado soberano». En todo caso, el Ejecutivo francés no debería eludir por mucho tiempo la existencia de una parte de Euskal Herria bajo su administración ni las demandas de sus habitantes, ni dar la espalda a la realidad de que será preciso buscar una salida a la situación de los presos políticos encerrados en sus cárceles, que, por mucho que se empeñe, no son una cuestión de Madrid.
Pero también hay que llamar la atención sobre el hecho de que la nota del Ministerio de Exteriores recoja que «la búsqueda de una solución política en el País Vasco español se trata de una cuestión que depende de la soberanía española», por cuanto se destaca la necesidad de una «solución política» que, de una u otra forma, afecta a cuestiones de soberanía. También París debería enfrentarse, y mejor si es más pronto que tarde, a estas cuestiones. -
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