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Gara > Idatzia > Mundua 2006-06-15
Martin McGUINNESS | Jefe del equipo negociador del Sinn Féin
«Si no logramos formar Gobierno, Paisley y el DUP se quedarán aislados»
Martin McGuinness está en Euskal Herria para aportar su experiencia al conflicto vasco. «No tenemos soluciones», advierte, pero sí un largo y duro camino recorrido. McGuinness valora la marcha del proceso en Irlanda, donde están ahora inmersos en las negociaciones para formar Gobierno con los intransigentes unionistas del DUP.

Este irlandés de aspecto afable es una de las figuras más influyentes del movimiento republicano en Irlanda y, quizá por ello, uno de los más detestados por los unionistas y por muchos británicos. Un medio británico comienza una biografía suya recordando que los unionistas han calificado a McGuinness como el «padrino de los padrinos del IRA». El jefe del equipo negociador de Sinn Féin se implicó en la defensa de los derechos de los nacionalistas de su país desde muy joven. Ahora, con 55 años, casado y con cuatro hijos ­dos hijos y dos hijas­, está más inmerso que nunca en el proceso de paz que, aunque avanza a duras penas, ya es un modelo para otros procesos en ciernes.

­¿Cuáles son, en su opinión, los principales obstáculos a los que se enfrenta el proceso irlandés una vez que los unionistas del DUP se niegan a formar Gobierno con los republicanos?

El primer ministro británico Tony Blair y el Taoiseach ­Bertie Ahern­ han dicho claramente que las instituciones recogidas en el Acuerdo del Viernes Santo tienen que estar restauradas para el 24 de noviembre. Para promover el acuerdo se ha creado un comité específico. En este comité que se encarga de negociar la puesta en marcha de las instituciones, yo represento al Sinn Féin. Mañana mismo tenemos una reunión con los delegados de los otros partidos con representación en la Asamblea norirlandesa para trabajar en este sentido. El principal obstáculo para restituir las instituciones viene, por tanto, de la negativa de Ian Paisley y su partido, el DUP, de colaborar. El DUP tiene una importante decisión que tomar y es la de participar en unas instituciones en las que se ha negado a tomar parte desde el principio. Primero se opusieron al Acuerdo de Viernes Santo y luego a las instituciones que de éste se derivan. Las más importantes son el Gobierno del norte de Irlanda y el Consejo de toda la isla. Esperamos que el DUP tome una buena decisión y acepte participar. En este caso, el reverendo Paisley sería el primer ministro y yo el viceprimer ministro. Las decisiones tendríamos que tomarlas en conjunto. Además, Paisley tendría que participar en el Consejo de toda la isla junto con el primer ministro irlandés.

­El DUP de Paisley, no sólo se niega a colaborar con Sinn Féin, sino que también rechaza trabajar con los otros unionistas del UUP después de que éste se aliara con el PUP, alegando que tienen lazos con paramilitares lealistas. ¿Favorece a los republicanos la división unionista?

La alianza del UUP con el PUP plantea un debate legal. Como fruto de esta alianza el UUP tendría tres escaños en la Asamblea, los mismos que el DUP de Paisley. Pero algunos miembros del PUP están relacionados con el grupo lealista UVF. Pero lo más importante es, que hace tres semanas, el representante del UUP hizo unas declaraciones en televisión en las que dejaba claro que los unionistas, tanto el DUP como el UUP, han estado relacionados con los movimientos paramilitares desde hace décadas. Los unionistas han reconocido por primera vez que han estado inmersos hasta el cuello con las organizaciones paramilitares y con actividades ilícitas y promoviendo los escuadrones de la muerte. Estas manifestaciones tienen una consecuencia importante para nosotros y es que tira por el suelo la eterna excusa de Paisley de no querer hablar con Sinn Féin porque le acusaban de estar relacionado con el IRA. Es importante que la sociedad irlandesa reflexione sobre esto, porque siempre se ha negado esta relación entre unionistas y los lealistas. Además, el unionismo tiene la gran responsabilidad de empujar a los paramilitares protestantes hacia el proceso de paz.

­Si el 24 de noviembre sigue sin haber un acuerdo entre los partidos políticos del norte de Irlanda para formar Gobierno, los gobiernos británico e irlandés disolverán la Asamblea. ¿Qué estrategia tiene Sinn Féin ante este escenario?

Si el 24 de noviembre no hay Gobierno, el señor Paisley y el DUP se encontrarán en una situación muy grave de aislamiento total, porque el resto de los partidos, SDLP, UUP, Sinn Féin, estamos dispuestos a restablecer las instituciones. El DUP sería responsable de esta situación de bloqueo. Los gobiernos británicos e irlandés tendrían que asumir la promoción de los Acuerdos de Viernes Santo y tendrían que implantar una agenda para toda Irlanda. En este caso, los gobiernos tendrían que resarcir al movimiento republicano y a la población irlandesa del fracaso del acuerdo, lo que sería muy dañino para el DUP.

­¿Qué incluiría esa agenda?

El Gobierno irlandés debería promover una mejor distribución de la riqueza. El gran desarrollo económico que ha experimentado Irlanda en los últimos años no ha tenido beneficios para todos los sectores de la sociedad, por lo que se tendría que corregir este mal reparto.

­¿Qué intereses políticos se esconden detrás de la acusación de que usted es un espía británico?

Lo primero que quiero decir es que esta acusación es falsa, despreciable y ridícula, y todo el mundo sabe esto. El objetivo de esta acusación es desestabilizar el proceso y evitar, una vez más, que haya un acuerdo para implantar el Acuerdo de Viernes Santo. En Sinn Féin tenemos informaciones fiables que apuntan a que detrás de esta noticia hay elementos del partido de Paisley que tienen una relación muy fluida con miembros de los cuerpos de seguridad británicos favorables a mantener el establisment. Estos dos sectores siempre han estado en contra del proceso, durante décadas han trabajado para la guerra y pretenden seguir en esa línea también ahora. Sin embargo, hay que decir que su estrategia ha sido un fracaso, no ha logrado desestabilizar el proceso y tampoco ha distraído al movimiento republicano de la verdadera agenda y tampoco ha conseguido que el debate se desvíe.

­Dentro de poco empezará la temporada de marchas en el norte de Irlanda. ¿Espera un verano confictivo como el del año pasado o cree que la Comisión de Marchas tomará en cuenta la nueva situación?

Es responsabilidad de todos los partidos que esta temporada de marchas se trabaje para que la ambiente se calme. Hoy mismo ­por ayer­ ha habido un acuerdo entre la Orden de Orange y una comunidad de Belfast sobre el recorrido de una marcha. Esto es muy importante, porque hay que tener en cuenta que en el norte de Irlanda se celebran unas 3.000 marchas al año. De todas ellas se pueden contar con los dedos de una mano las que son conflictivas, y lo son precisamente porque se empeñan en pasar por barrios católicos en contra de la voluntad de sus vecinos. La solución sería que la Orden de Orange negociara con cada comunidad y, si los vecinos rechazan el paso de la marcha, la Orden debería respetarlo. La Comisión de Marchas puede evitar la situación de conflicto rechazando las marchas que violen la voluntad de las comunidades que atraviesan.

­El proceso de paz irlandés no ha concluido y, además, es evidente que no es perfecto. Aun así, se ha convertido ya en paradigma de otros conflictos en fases anteriores, como en Sri Lanka o en Euskal Herria. ¿Qué lección pueden dar ustedes, los irlandeses, que sirva a otros?

Hay un elemento común en estos tres conflictos. La lección más importante es que en el norte de Irlanda nos dimos cuenta de que Ejército británico no pudo derrotar al IRA, pero tampoco el IRA fue capaz de echar al Ejército británico de la isla. Lo mismo sucede en Sri Lanka y el Euskal Herria, donde en la pugna entre los ejércitos y los Tigres Tamiles y ETA, respectivamente, no vence nadie. La lección más valiosa que hemos aprendido es que, ante esta situación en la que no hay posibilidad ni de victoria ni de derrota, la única solución es la vía política, el diálogo. En mi opinión, en nuestro proceso hemos sacado lecciones muy importantes y estamos dispuestos a ayudar a todos los que consideren que pueden aprender algo bueno de nuestro proceso. De hecho, varios agentes del conflicto de Sri Lanka están visitando Irlanda para conocer nuestro proceso.

También queremos ayudar en Euskal Herria, porque es un pueblo con el que por razones históricas tenemos una afinidad especial. Aunque también mantenemos relación con el pueblo español, porque ambos son pueblos de la Unión Europea y porque el Gobierno español ha tomado algunas decisiones positivas en política internacional desde el punto de vista de Sinn Féin, como la retirada militar de Irak. Nosotros queremos aportar nuestra experiencia pero no tenemos la solución para ningún conflicto. Los que tienen en su mano la solución son siempre los implicados en el proceso. -


 
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