Maite Soroa
Los consejeros, en plan insumiso
El culebrón de la querella contra Ibarretxe va a resultar más largo que ‘Pasión de Gavilanes’. Ayer la noticia era la autoinculpación de los consejeros del Gobierno de Lakua, y en la derechota fachunguera se rasgaban las vestiduras. En su versión vascongada, o sea, en plan light, el editorialista de “El Correo Español” y “El Diario Vasco” trataba de contemporizar un tanto, pero sin restar culpa: «Es de suponer que el lehendakari no tuviera intención de incurrir con su convocatoria en los ilícitos contemplados en el auto (...). Pero resulta evidente que estaba en su ánimo reunirse con Batasuna no con una izquierda abertzale genérica a sabiendas de que dicha formación era ilegal». Lo que sabía Ibarretxe es que Batasuna existe.En plan seudoliterario, Luis Ignacio Parada, en “Abc”, dejaba claro que «en el País Vasco no hay Fuenteovejuna que valga. Porque el presidente del Tribunal Superior de Justicia que admitió a trámite la querella criminal del Foro de Ermua contra el lehendakari (...) no ha vulnerado ninguno de los derechos fundamentales del presidente vasco en el ejercicio de sus funciones públicas. Ni la libertad de expresión o el derecho de reunión que corresponden a la persona ni la inmunidad o la inviolabilidad inherentes al cargo (...). La indignidad no puede quedar impune». Y si se encuentra con que un buen día nadie le hace repajolero caso al Grande Marlasca, ¿qué dirá Parada? También en “La Razón” bramaban: «La desatinada réplica del Gobierno de Ibarretxe resulta no sólo una desmesura política, sino también un insólito ataque a la independencia judicial. Que un Gobierno amenace con acudir a Europa para ‘defenderse’ de un juez es esperpéntico. Pero que alegue la violación de la división de poderes por parte de los jueces es un contrasentido en un Estado de Derecho, en el que todo está sometido al imperio de la ley, incluidos los gobernantes». ¿Y los jueces? ¿No están sometidos a la voluntad popular? En el otro lado, Juan Carlos Latxaga, en “Deia”,
ironizaba y constataba que «ahora resulta que nada menos que unos señores
consejeros del Gobierno vasco se ven en el trance de recurrir a esa vieja
estratagema reivindicativa. Se lo cuentas a un alemán y se cree que le estás
contando la segunda parte del chiste aquel en el que va un juez y admite a
trámite una querella (...). Y a lo mejor (...) todo esto se ha convertido en un
chiste». Un chiste muy anterior a lo de Ibarretxe y muy, malo. - msoroa@gara.net
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