Hay un anuncio que aparece una “china”, y el entrecomillado es porque se trata de lo que se conoce como una china que se lleva en el zapato, o una china que salta en la carretera y te hace una avería en el parabrisas del coche. Las aseguradoras con el negocio del automóvil nos están proporcionando momentos estelares en sus anuncios. Buscan llegar directamente al consumidor de la manera más rápida y simpática. Debe ser un pastel muy grande porque una compañía se ha comido a otra por la nada desdeñable cifra de siete mil novecientos millones de euros. En fin. Aunque china, china, hay otras chinas que alegran los ratos al evaporarse mientras echamos de comer a los patos. Y si son a la pekinesa, todavía mucho mejor.

Pero en “Documentos TV” nos ofrecen un reportaje propio sobre la colonia china, sobre los chinos y las chinas, hombres y mujeres que habitan en Madrid, con nombre, cara, que se expresan sin complejos ante las cámaras. Y la verdad sea dicha, los que aparecieron nos comunicaron algunas nociones que nos ayudan a entender el distanciamiento y hasta la leyenda urbana sobre esta colonia, aparecieron jóvenes emprendedores, profesores universitarios, peluqueras, y la verdad es que todos hablaban del problema del idioma como una de las constantes para que no se relacionen con el resto de la humanidad que les circunda.

Todos aseguraban ser inmigrantes económicos, pertenecer a familias numerosas con problemas económicos. Excepto la segunda generación que parecen ya más integrados, más «europeizados». Y hay una tercera en ciernes totalmente bilingüe. Era un buen reportaje, pero a mi entender limitado. Hay demasiados secretos. Demasiados talleres clandestinos, demasiadas incógnitas, demasiados establecimientos de todo a cien como para quedarnos satisfechos con el muestrario presentado. Son una colonia autosuficiente en muchos aspectos, y no parece que sea solamente una cuestión de protección idiomática sino de protección económica y quizás algo más. Parece claro que el futuro, o parte de él, está en China. Aprender chino va a ser una necesidad de progreso. De momento nos apañamos con los rollos de primavera. -