Día mundial para la prevención del maltrato y abuso en la vejez
Un 15% de los mayores de 60 años sufre maltrato
Los malos tratos contra las personas mayores constituyen la forma de violencia intrafamiliar menos conocida y con seguridad la que más se oculta. Las victimizaciones son de carácter físico, sicológico, económico, médico, cívico. Y se calcula que hasta un 15% de la población de más de 60 años sufre alguno de esos tipos de maltrato o abuso. Hoy, se celebra, por vez primera, un día internacional de denuncia.
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Un lazo violeta en la solapa. Esa señal es la que la Red Internacional para la Prevención del Maltrato y Abuso en la Vejez (INPEA) llama a portar este jueves, 15 de junio, en la primera conmemoración a nivel mundial del Día de la Toma de Conciencia del Maltrato y Abuso en la Vejez. En el caso del Estado español, está reconocida la violencia ejercida contra las mujeres, cuyo tratamiento jurídico-penal está recogido en una ley. También en caso de sospecha de maltrato infantil se aplica un protocolo sanitario, y la existencia de abusos en la infancia está ampliamente reconocida y es fuertemente rechazada. Sin embargo, no existe conciencia social ni política del maltrato en la vejez, por lo que su detección que ya de por sí es algo complejo así como su prevención e intervención, no pueden ser abordadas de manera sistemática. Su conocimiento queda limitado a los casos más llamativos y graves.
Es la triste realidad de miles de ancianos no necesariamente maltratados físicamente, sino también sicológicamente, abandonados, malnutridos, en definitiva, no queridos. A finales de los años ochenta del pasado siglo, en la conferencia de la Sociedad Británica de Geriatría se concluyó que la víctima típica de malos tratos era una persona muy anciana, mujer, viviendo en casa con hijos adultos cuidadores, física y mentalmente discapacitada, con sobrepeso, inmóvil e incontinente, y con rasgos de personalidad negativos. Actualmente esa definición ha cambiado de forma sustancial.
La información de que se dispone indica una prevalencia baja de este tipo de maltrato, pero quienes se han adentrado en este problema reconocen que es una realidad que afecta a millones de personas en el mundo.
De los resultados del primer estudio epidemiológico en Gran Bretaña en 1992 se estimó con un nivel de confianza del 95% que un millón de personas ancianas podían estar sufriendo riesgo de abuso verbal y otro medio millón de abuso físico y económico. Entre las personas adultas podían ser hasta tres millones quienes infligieran maltrato verbal y medio millón podrían ser maltratadoras físicas. En los Estados Unidos se cita entre uno y dos millones de personas ancianas que pueden sufrir maltrato anualmente.
Las estadísticas concluyen que entre un 5 y un 15% de nuestros mayores sufren algún tipo de abuso. El principal problema para saber lo que ocurre radica en que la denuncia es complicada, porque es difícil que parta de las propias víctimas. De ahí que los expertos en este todavía incipiente campo de estudio insistan en mejorar los sistemas sociales y sanitarias no sólo de detección, sino que eviten las situaciones de riesgo en el seno de muchas familias, muchas imposibilitadas para un correcto cuidado de sus miembros más adultos.
El PNV denuncia «invasión de competencias»
El portavoz del PNV en el Congreso, Josu Erkoreka, afirmó ayer que la enmienda a la totalidad que su partido ha presentado al proyecto de Ley de Dependencia es «un aviso y una advertencia» al Gobierno español en contra de la invasión de competencias. Los jeltzales señalan que el actual sistema vasco de asistencia social supera «notablemente» lo previsto en recursos económicos, servicios y coberturas. «Si adaptáramos el nivel de prestaciones sociales a lo contemplado en el proyecto de ley, éstas se reducirían en un 16%» y quedarían sin cobertura las personas que sufren una minusvalía inferior al 75%», dijo. -
Responsabilidad penal
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Blanca Morera, médico siquiatra de la Clínica Quirón en Donostia, describe un perfil sicológico del maltratador en el trabajo editado por el Instituto Vasco de Criminología, “El Maltrato de personas mayores: prevención y detección desde un prisma criminológico interdisciplinar’’. Los estudios estadounidenses hablan de que esa violencia es ejercida en casi la mitad de los casos por los descendientes directos (hijos e hijas), y en un grado mucho menor por el cónyuge. Pero aporta otros datos como que, en general, se trata de alguien que lleva más de 10 años cuidando de la persona mayor (en el 10% de los casos lleva más de 20 años), que convive con la víctima (75%) y que, en casi la mitad de los casos, tiene cierta dependencia respecto a la persona maltratada, a cuyo cargo corre, en más de la mitad de los casos, la vivienda o el sustento económico.
Esta siquiatra no olvida el conocido como «síndrome del cuidador», de alto riesgo entre las personas que cuidadoras. Otra gran experta en la materia, la catedrática de Sociología de la UPV-EHU, María Teresa Bazo, no duda en asegurar que la incapacidad del cuidador tiene mucho que ver en el maltrato a un mayor.
El perfil del maltratador
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Virginia Mayordomo, profesora de Derecho Penal de la UPV-EHU, también colabora en este estudio sobre el maltrato en la vejez, y lo hace desde el punto de vista de la responsabilidad penal de quien maltrata. Lo que deja claro desde un principio es que «está fuera de toda duda que la solución no reside en abordar esta problemática desde el punto de vista penal». Sin embargo, apostilla, «sí puede obligar a que no se deje enfermar a una persona por falta de cuidados, de asistencia, a que no se le humille, coaccione, amenace, a que no se abuse sexualmente de ella, a que no se le prive de sus bienes, a que no se le deje morir». Esta experta distingue tres situaciones penales dependiendo de quien causa el daño, sean los hijos e hijas, el cónyuge o la persona cuidadora. El maltrato como tal dentro del ámbito familiar ya está reconocido por ley (dejar de prestar asistencia a una persona de edad son de 10 a 20 días de multa, o infligir un trato degradante va de 6 meses a dos años de cárcel), es decir, no hay una legislación específica y los expertos consideran que la existente es suficiente. El problema, como siempre, son los instrumentos que eviten esas negligencias o maltratos o los recursos para detectarlos.
Los tipos de abuso
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La catedrática de Sociología de la UPV-EHU María Teresa Bazo es una de las mayores expertas del Estado español en esta materia. Aclara que aquí no se habla sólo de maltrato físico, sino que en estas edades la causa principal es la negligencia y de ahí que el maltrato suela ser más por razones como un cierto abandono, descuido de distinto grado, falta de limpieza, adecuada alimentación, ausencia de cariño, atención o afecto. Maltrato de tipo físico pero también sicológico. En su opinión, estamos ante una situación aún hoy bastante invisible, pero que sucede con mayor frecuencia debido a los cambios sociales, donde la mujer, habitual cuidadora de los mayores en la familia, se ha incorporado al mundo laboral. Es decir, cada vez la familia se hace menos cargo de sus mayores. «En nuestro entorno, las personas de mediana edad son ya conscientes de que no serán cuidadas como ellas lo hicieron con sus mayores», no duda en afirmar. Por eso, reclama un cambio de mentalidad a esas personas, pero también a sus hijas e hijos para que «piensen en el capital monetario de sus padres como algo para ellos en la vejez, no como algo que dejar a sus descendientes».
Mendekotasun legearen aurrean, «euskal sistema publikoa»
BILBO Emakume taldeek, sindikatuen ordezkaritza zabal batek eta etxeko langileen elkarteek mendekotasuna artatzeko euskal sistema publiko baten aldeko plataforma sortu dute. Urtebete darama lanean ekimen horrek eta atzo Bilbon egindako agerraldian, izentzat hartu duten helburu hori, euskal sistema publikoa sortzea, hain zuzen ere, «premiazkoa» dela nabarmendu zuten. Bestalde, emakumeei ezartzen zaien papera ere aztertu zuten. «Emakumeak besteak zaintzera sozialki behartuta egotea oztoporik handienetarikoa da gizon-emakumeen arteko aukera berdintasuna egoteko», adierazi zuten. Egiten duten eskaera arrazoitzeko zenbait argudio ipini zituzten mahai gainean, batez ere, Gobernu espainolak bultzatzen duen lege proiektuaren gabezietan oinarrituta. Plataformak argitu zuenez, mendekotasun egoeraren aurreko sistema publiko batek abiapuntu zehatz bat izan du; «oinarrizko premiak betetzeko beren kabuz ezin molda daitezkeenek behar duten laguntza guztia jasotzeko eskubidea dutela», eta «zainketak jasotzeko ez dela jakintzat jo behar etxea gunerik onena dela». Abiapuntu horietan oinarrituta, euskal sistema publikoa defendatzen duen ekimenak lege proiektu espainolak mendekotasun egoera guztiak ez dituela babesten baieztatu zuten. Alde horretatik, beraz, mendekotasuna definitzean egoera iraunkor bezala deskribatzen dela azaldu zuten, eta horren arabera, ez direla kontuan hartzen istripuek edo gaixotasun batzuek sor ditzaketen behin-behineko mendekotasun egoerak. Testuinguru horretan kokatzen dituzte haurtzaroak dakarren autonomia falta eta, beraz, zainketa bereziak. Izan ere, lege proiektuak haurtzaroari buruzko aipamenik egin ez izana kritikatu zuten, «hezkuntza sistemak hutsune handiak baititu 0 eta 3 urteko umeen eskolatzea bermatzeko», eta plaza falta edota kuota garestiak familia askok aurkitzen dituzten oztopo nagusiak direla ekarri zuten gogora. Bestalde, etorkin gehienak babesetik kanpo geratzen direla salatu zuten, bost urteko egonaldia exijitzen zaielako. Muga horren aurrean, mendekotasunari aurre egiteko sistema «hemen bizi diren guztien eskubide» delakoan daudela esan zuten. Emakumeen paperari dagokionez, etxeko zainketari garrantzi handiegia ematen zaiola uste dute plataformako kideek, eta bideak eskatzen dituzte «zaintzen diharduten emakumeen aitorpen sozial eta politikoa benetakoa izan dadin». Sistemaren izaera publikoa ere zalantzan jarri zuten, zerbitzu pribatuetarako diru-laguntza handiagoak aurrez ikusten dituelako, eta aseguru pribatuak osagarri hartzen direla-eta, babes publikoa behar adinekoa ez dela izango adierazi zuten. “Zainketaren banaketarik gabe, ez da berdintasunik egongo» zioen pankarta baten atzetik plataformak mendekotasun egoeran dauden pertsonen zainketak arautzea premiazkoa dela nabarmendu zuen.
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