El Ararteko pide regularizar los recursos sociales
·Lamarka detecta «carencias enormes» en el informe sobre las personas sin hogar
El informe extraordinario del Ararteko sobre la «Respuesta a las necesidades básicas de las personas sin hogar y en exclusión grave» constata «carencias enormes» en la normativa que regula los servicios. Solicita, por ello, a las instituciones competentes que aúnen esfuerzos para dar una solución.
GASTEIZ
El Ararteko, Iñigo Lamarka, solicitó ayer a las administraciones públicas competentes que habiliten un foro donde puedan elaborar un diagnóstico común y, a partir de ahí, «se puedan gestar las iniciativas, tanto normativas como de gestión administrativas que sean precisas», para mejorar las necesidades de las personas sin hogar y en situación de exclusión grave. Sostuvo que es el Departamento de Vivienda y Asuntos Sociales del Gobierno de Lakua el competente para elaborar una ley marco.Durante la presentación del informe extraordinario sobre la respuesta a las necesidades básicas de estas personas, Lamarka subrayó que se han constatado «carencias enormes» en la normativa reguladora de estos servicios. Destacó la falta de «clarificación competencial» de a quién corresponde atender a estas personas, la descoordinación entre los recursos existentes, así como la dificultad de dar respuesta a determinadas necesidades en función de variables como el lugar, el tiempo o los nuevos perfiles a atender. El Ararteko advirtió, asimismo, de la «escasa implicación» comunitaria y del conjunto de las administraciones en la respuesta a estas personas, especialmente, en las áreas de vivienda, sanidad, empleo y programas de prevención, así como sobre el «insuficiente aprovechamiento de la experiencia acumulada» y «problemas de sensibilización social». Así las cosas, el informe plantea una treintena de recomendaciones, entre las que destaca una regulación «que de seguridad jurídica y consistencia» a dichos servicios. Insistió, en este sentido, en la necesidad de determinar las competencias y establecer criterios homogéneos y comunes.
Mejoramiento de la red
Lamarka consideró imprescindible mejorar la red de dichos recursos. «Hace falta una planificación, una mayor coordinación, un protocolo común y sistemas de evaluación. También deben mejorar los sistemas de financiación», manifestó. Apostó, asimismo, por «ahondar en la personalización» de la gran diversidad de servicios que existen. Lamentó que la gran mayoría de ellos se encuentran situados en las capitales de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, cuando la ley determina que los municipios de más de 20.000 habitantes deben poner en marcha medidas sociales. Advirtió que, desde el punto de vista cuantitativo, todos ellos se encuentran «al límite de sus posibilidades». En la actualidad, hay 1.135 plazas de asistencia nocturna, unas 600 de atención diurna y se reparten diariamente unas 800 comidas en comedores sociales. La mayoría de estos servicios los prestan colectivos u organizaciones no gubernamentales, en torno a 45. Respecto al punto de vista cualitativo, consideró que no llegan a atender determinadas situaciones como, por ejemplo, personas que padecen enfermedades mentales.
1.800 personas
Aunque señaló que este informe no trata de cuantificar el número de personas que se encuentran en una situación de exclusión grave, quiso recordar un reciente estudio hecho público por el Eustat, que las cifraba en torno a 1.800. De ellas, 480 vivirían en la calle. La recopilación de información para elaborar el informe se ha realizar en los distintos recursos disponibles: centros de acogida nocturna, centros de día, comedores sociales y servicios de alojamiento de corta y larga estancia, entre otros. El informe entrevista, además, a nueve personas sin hogar, siete hombres y dos mujeres, con problemas y experiencias muy distintas. Antes de concluir, el Ararteko quiso mandar un mensaje. Consideró «inaceptable» que haya situaciones de pobreza y de exclusión grave en un contexto de crecimiento económico sostenido como el de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa. Abogó, por ello, por «apoyar un modelo solidario como elemento clave de cohesión social».
Inmigrantes, jóvenes, mujeres y enfermos
GASTEIZ El informe presentado ayer por el Ararteko constata que, en los últimos años, se ha producido un cambio notable en el perfil de las personas sin hogar y en situación de exclusión grave. Ya no responden al prototipo de hombre, de mediana edad, «que se desplazaba de un lugar a otro con sus bolsas y que presentaba signos evidentes de transtorno sicológico». Ahora, las personas que acuden a centros de acogida nocturna, a los comedores o a los centros de día son muy diversos. Aproximadamente el 50% de las personas atendidas en estos recursos de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa son inmigrantes. Iñigo Lamarka aseguró, en este sentido, que el fenómeno de la inmigración «no ha hecho más que empezar» y que dicho porcentaje se va a incrementar. Cada vez son, además, más jóvenes. En algunos centros nocturnos la presencia de menores de 30 años ronda el 60%. Cerca de un 20% son mujeres. Existen casos en los que quien se ha quedado sin vivienda es una familia completa. El informe afirma que muchos consumen drogas o que padecen enfermedades mentales.
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