Al-Maliki lanza decenas de miles de efectivos contra la resistencia en Bagdad
El Gobierno iraquí proestadounidense comenzó ayer en Bagdad una gigantesca operación militar con el despliegue de casi 50.000 efectivos locales apoyados por 7.200 ocupantes extranjeros, en el marco de una campaña bautizada «Avanzando juntos hacia adelante». El plan incluye la imposición del toque de queda en la capital y sus alrededores desde las 21.00 horas a las 06.00. Pese al impresionante despliegue, se informó de la explosión de al menos un coche bomba, que habría matado a cuatro personas, y de enfrentamientos armados en dos barrios suníes.
BAGDAD
Pocas horas después de la partida de George W. Bush de Bagdad tras una visita relámpago de cinco horas, el primer ministro iraquí, Nuri al-Maliki, ponía en marcha el considerado mayor dispositivo militar en la capital desde la caída de la ciudad en manos de los invasores en abril de 2003. Al-Maliki cree que su plan «prestará seguridad y hará frente al terrorismo y (...) permitirá a los iraquíes vivir en paz en Bagdad». El anuncio de la puesta en marcha del proyecto se producía en plena visita de Bush, que dejó en «manos» del primer ministro títere el futuro del país. Al-Maliki correspondió anunciando más «mano dura» y una campaña «sin piedad» a los «terroristas», además de «duras redadas». El impresionante despliegue incluye a casi 50.000 efectivos indígenas 26.000 militares y 23.000 policías, además de otros 7.200 ocupantes estadounidenses. Los responsables de los ministerios de Interior y Defensa hablaron ayer del plan pero se negaron a ofrecer detalles del mismo, señalando que no querían «ayudar a los rebeldes a cambiar de táctica». Al-Maliki, refiriéndose al plan, dijo que también «es humanitario porque hace frente a los terroristas criminales que a diario hacen imposible la vida a la gente. Es una campaña global que no está dirigida contra alguna zona específica».
Controles y patrullas Los miles de efectivos desplegados revisaron vehículos, montaron controles y patrullaron por todo Bagdad, de seis millones de habitantes. A pesar de las medidas, un automóvil cargado de explosivos estalló en el distrito norteño de Qahira. El atentado terminó con la vida de al menos cuatro personas e hirió a seis.
En otro distrito del norte, el de Azamiya, se registraron enfrentamientos poco antes del mediodía, con fuertes tiroteos. La refriega ocurrió cerca de la mezquita Gran Imán Abu Hanifa, el templo suní más sagrado en Irak. No hubo informaciones de víctimas ni otros detalles. La mayoría de los comercios cerró en Azamiya y en el distrito suní de Dora, considerados dos bastiones de la resistencia. Todas las calles de Dora, en el sur de Bagdad, quedaron desiertas, incluida la avenida Al Moalemim, que los vecinos llaman «el camino de la muerte» por los frecuentes enfrentamientos entre la resistencia y las fuerzas leales a EEUU. Mientras, el central distrito suní de Karrada era patrullado por paramilitares iraquíes a pie. Algunos fueron colocados en las principales intersecciones a bordo de camionetas provistas con ametralladoras en sus techos. Los ocupantes estadounidense patrullaban zonas de Bagdad montados en sus vehículos blindados Humvee. En Dora utilizaron tanques Bradley, que tienen un mayor blindaje. Lo peor llegará a la noche por las temidas redadas. Ya lo adelantó al-Maliki el martes, «las redadas durante este plan serán muy duras porque no habrá ninguna piedad hacia aquellos que no muestran piedad hacia nuestra gente». En Basora (sur), entretanto, cientos de chiíes atacaron ayer el consulado de Irán tras acusar a una televisión iraní de haber difundido un programa en el que se insultaba a un destacado clérigo chií de esa ciudad del sur de Irak. Los manifestantes exigieron disculpas a Irán.
Italia retira mil soldados
Italia reducirá este mes en 1.000 militares su contingente de ocupación, con lo que las tropas italianas en el país árabe quedarán integradas por 1.600
hombres, la mitad de los que formaban la misión al principio. Italia envió 3.200 militares a Irak en junio de 2003, y mantuvo ese número de soldados hasta finales del año pasado, cuando el contingente invasor se redujo a 2.900 hombres. El pasado enero fueron retirados otro 300 militares. El Gobierno de Prodi anunció el mes pasado su intención de retirar todas las tropas de forma consensuada con Bagdad, aunque no estableció una fecha precisa. -
George W. Bush dice estar convencido de la victoria
WASHINGTON George W. Bush regresó «cambiado» de Bagdad y más convencido que nunca de la victoria. No obstante, no se sabe si sus manifestaciones forman parte de su campaña propagandística o tienen alguna base real. Bush dijo que «sentí que algo diferente está pasando en Irak» y que, a partir de ahora, los avances serán «constantes», aseguró en una rueda de prensa en la Casa Blanca. Tras declararse «inspirado por poder visitar la capital de un Irak libre y democrático» y por lo que pudo ver sobre el terreno , aunque no salió de la embajada en las poco más de cinco horas que estuvo allí, Bush aseguró que «hay una diferencia tangible entre el Gobierno actual y los anteriores». Dejó muy clara la buena impresión que le causaron los nuevos responsables iraquíes, especialmente al-Maliki, y no dudó en ningún momento al afirmar que el éxito está garantizado, aunque añadió que todavía queda «mucho trabajo». También pidió ayuda al mundo para reconstruir lo que él destruyó.
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