Iñaki Zabaleta: «La línea de ‘Egin’ era progresista y abierta a la sociedad»
Dos de los testigos que declararon ayer destacaron el carácter progresista y abierto de «Egin» desde su nacimiento hasta que, como mencionó el catedrático de la UPV Iñaki Zabaleta, «desgraciadamente un juez de la Audiencia Nacional lo cerró». Alberto Gartzia recalcó que cuando trabajó en este diario nadie le impuso una línea política.
MADRID
Iñaki Zabaleta es catedrático de Periodismo en la UPV y conoce a la perfección todos los medios, escritos y audiovisuales, de Euskal Herria y de fuera de este país. Ayer describió, como doctor, profesor y también como lector, qué era “Egin” antes de que el juez Baltasar Garzón lo cerrara.«Era un proyecto periodístico homologable en cualquier democracia occidental explicó a la Sala, en absoluto era ni pudo ser un instrumento de ETA». La suya fue la intervención más extensa de la sesión de vista oral, y, en la medida en que la presidenta Angela Murillo le permitió hacerlo, recordó el contexto en que surgió el periodico y del que fue «testigo directo». Relató cómo tras el franquismo se vivió un momento «de gran ebullición», también en el ámbito mediático, y de hecho en ese mismo contexto nacieron diarios como “El País” o “Diario 16”, «nuevos periódicos que querían ser progresistas y con idea de hacer buen periodismo».
«El gran proyecto vasco»
También en ese tiempo vio la luz “Egin” que, a su parecer, «era el gran proyecto vasco» en el ámbito periodístico. «‘Egin’ era ‘El País’ del País Vasco», describió a los jueces.A este respecto, Iñaki Zabaleta afirmó que «se hizo un gran esfuerzo para traer a los mejores periodistas del Estado», y mencionó nombres de profesionales como José Antonio Iturri y Luis Lacasta que por aquella época trabajaban en Madrid y Barcelona, respectivamente. El mismo trabajó en la elaboración del número 0 del periódico, y luego estuvo en el área de noticias locales, y también repartió, junto con otros compañeros de la redacción, ejemplares del diario en furgonetas. Desde ese conocimiento personal de lo que era aquel proyecto, que conoció por primera vez de la mano de Mariano Ferrer en un «abarrotado» cine Carlos III de Iruñea, definió la línea periodística de “Egin” recordó que el periódico no tenía editorial como «progresista, abierta, que daba voz a todos los sectores de la sociedad». Recordó, en esta línea, que incluso dirigentes del PP como Carlos Iturgaiz han tenido sobradas ocasiones de expresarse en aquellas páginas. Tanto él como sus alumnos analizan año tras año el contenido de diversos medios, y en lo que hace referencia a “Egin”, concluyó que mantuvo «una continuidad coherente» en sus contenidos a lo largo del tiempo. Descartó, como sostiene la Fiscalía, que ETA hubiera «desembarcado» en el periódico a principios de los años 90 para imponer una determinada línea informativa. Antes de concluir, señaló que cuando ha asistido a conferencias en Madrid o en otros lugares expertos en el ámbito de la comunicación le han reconocido el carácter abierto del diario. Asimismo, mencionó que ‘‘Egin’’ daba un tratamiento especial a cuestiones como la seguridad laboral, la mujer o las noticias internacionales, entre otras, a las que el resto de los medios no concedían el mismo trato.
«La misma libertad»
«Independentista, euskaltzale y de izquierdas». De esta forma describió el periodista Alberto Gartzia la línea de “Egin” a preguntas del letrado de la defensa Alvaro Reizabal. Gartzia, actualmente responsable de prensa y comunicación del Departamento de Medio Ambiente de Lakua, ha trabajado en varios medios a lo largo de veinte años de profesión, y fue también responsable de comunicación del Departamento de Justicia. Al inicio de su carrera fue, asimismo, trabajador de “Egin” durante año y medio. Explicó que en ese tiempo, en el que pasó por prácticamente todas las secciones del diario, nadie le impuso directrices favorables a ETA o de cualquier otro tipo. «Tuve la misma libertad que en cualquier otro medio» narró a la Sala, señalando que la misma se daba tanto en su labor de redactor como cuando le propusieron, junto a otros compañeros, hacer el boceto periodístico de lo que luego sería Egin Irratia. Reconoció que existió un debate sobre qué modelo de radio debía seguir, pero subrayó que se trató siempre de un debate «estrictamente periodístico». También Iñigo Bilbao es periodista, aunque testificó en relación al «caso Ekin». Este trabajador de “Berria” recordó el contexto en que surgió la organización, señalando que fue consecuencia de un debate que «existía hacía tiempo» pero que afloró sobre todo en 1998. «Había gente que veía carencias en el ámbito de la construcción nacional, en el día a día, el euskara, la cultura...» señaló, situando ahí el nacimiento de Ekin. Y destacó que la presentación de esta organización fue pública y conocida.
Criterios para un periodismo socialmente «responsable»
Iñaki Zabaleta citó los cuatro puntos que hace más de medio siglo la Escuela de Chicago fijó como base para ejercer un «periodismo de responsabilidad social». Enumeró los conceptos de «vigilancia ante el poder, correlación, transmisión y entretenimiento» y destacó, sobre todo, la necesidad de «no estar supeditado a ningún poder ni monopolio económico», algo que como recordó “Egin” cumplía con creces. -
«No me reunía con ETA, me reunía con Ekin y con Olatz»
MADRID Lourdes Uribarri es responsable de LAB en el área de Gasteiz y durante varios años ha llevado en este sindicato el ámbito de la Enseñanza. En el marco de ese trabajo conoció a Olatz Egiguren, con quien mantuvo varias reuniones y que «se me presentó como miembro de Ekin». Sobre esta premisa relató que compartieron, al igual que con otros muchos agentes, «reflexiones y contrastes de opinión sobre el mundo educativo». En este sentido, fue desgranando algunos de los temas que abordaron durante aquellos meses, antes de que la Policía española detuviera a Egiguren y a otras varias personas en setiembre de 2000. Materias como los modelos educativos y las competencias lingüísticas que adquieren los alumnos, la creación de una Universidad Nacional Vasca que de respuesta a las carencias existentes hoy en día, la necesidad de un Currículum Vasco o las movilizaciones de respuesta al Decreto de Humanidades que el Gobierno español impulsó en esas fechas fueron algunos de los temas que trataron ambas. Uribarri señaló que en aquellas reuniones Egiguren «en absoluto» intentó imponerle ninguna directriz y, preguntada por la defensa al respecto, subrayó que «yo no me reunía con ETA, me reunía con Ekin y con Olatz». Declaró también que tanto ella, personalmente, como el sindicato o los organismos sociales con los que han tratado valoran positivamente las aportaciones de Ekin. Manuela Alonso conoció esta organización durante una presentación en Alde Zaharra de Bilbo, y tras comprobar que se hacía eco de «las inquietudes que me interesaban» comenzó a militar en Ekin. A la Sala le explicó que cuando militó en esta organización lo hizo en el marco de su barrio, y que era allí donde decidían su línea de actuación, sin que nadie fuera allí a decirles qué tenían que hacer. «Hacíamos las cosas como a nosotros nos parecía que era mejor», señaló, afirmando que ella se dedicó especialmente al ámbito de la socioeconomía, concretamente del pequeño comercio del barrio y su importancia laboral y social. Declaró también que se reunían en centros cívicos o bares, porque Ekin no tenía local, y que se reunían con grupos de todo tipo. En el barrio coincidió con Xabier Balantzategi, que «era uno más», y negó que les diera órdenes o dirigiera el grupo. La ex edil de EH en Gamiz-Fika Karmele Arriola conoció a Balantzategi porque éste les ayudaba en su labor municipal, pero siempre como miembro de EH y no como militante de Ekin.
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