HOYLAKE
José María Olazabal acabó la primera jornada del Abierto Británico de golf, que se juega desde ayer en el Royal Liverpool, de Hoylake (Inglaterra), con 73 golpes (1 sobre par). Aaron Baddeley y Chad Campbell fueron los acompañantes del vasco a lo largo del recorrido inglés, que presentaba ayer un aspecto extremadamente seco y arenoso en los laterales de las calles. El hondarribiarra empezó desorientado al acumular tres bogies en los seis primeros hoyos; aunque enmendó su jornada consiguiendo dos birdies en los últimos tres. Olazabal, con tres bogies en los seis primeros hoyos, pasó desapercibido para el público inglés. El guipuzcoano tuvo que luchar contra las condiciones de un terreno que ha bendecido el juego rudo por encima del talentoso.
Su +1 al final de la jornada parece un mal menor que no lo descarta aún para la lucha final por el torneo. El irlandés Graeme McDowell (-6) comanda en solitario este torneo dominado por los jugadores estadounidenses en los últimos años que además ayer se inició con retraso por culpa de la lluvia matinal. El agua, no obstante, apenas afectó a las condiciones del campo. Media hora después de la hora fijada por los organizadores empezaba el torneo más antiguo del mundo y uno de los más prestigiosos del panorama golfístico internacional.
Tiger Woods, que ganó el Abierto el año pasado, empezó frío. Tras cometer un bogey en el primer hoyo del campo, el número uno mundial se fue rehaciendo hasta cerrar la jornada con un eagle en el 18.
Miguel Angel Jiménez, empatado con Woods y otros cuatro golfistas en la segunda posición, terminó con cinco golpes bajo el par del campo. El español centró en numerosos momentos la atención de la realización televisiva inglesa porque se mostró muy inspirado en los golpes de acercamiento al hoyo y cerró la manga con un espectacular -5.