2006-07-25
El cierre de Garoña no puede esperar
La central nuclear de Garoña debió ser parada y desenganchada de la red eléctrica en la madrugada de ayer al sobrecalentarse por deficiencias en su sistema de refrigeración. La explicación de la empresa explotadora, Nuclenor, fue que el bajo caudal del río Ebro y la alta temperatura del agua hicieron que no fuera posible refrigerar debidamente la central. Según fuentes de dicha empresa, esta parada no programada, lejos de alarmar a la ciudadanía, debiera servir para tranquilizarla, al comprobarse que los sistemas de alerta, previsión y seguridad funcionan debidamente. Sin embargo, lo ocurrido bien pudiera llevar también a pensar que la central nuclear de Garoña tiene un problema estructural e irresoluble, como es la dependencia de la toma directa de grandes cantidades de agua de un río para su funcionamiento ordinario. El problema, por tanto, no es el bajo caudal del Ebro ni las altas temperaturas de estas semanas, sino la existencia de una instalación obsoleta en un lugar inadecuado y fuera de la normativa actual.
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