BEIRUT
Como consecuencia de la matanza, el primer ministro libanés, Fuad Siniora, pidió al secretario general de la ONU, Kofi Annan, la celebración de una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad y declaró que en estos momentos sólo cabe negociar «un alto el fuego inmediato e incondicional» y «una investigación internacional sobre las masacres israelíes en Líbano».Los aviones israelíes bombardearon Qana en las colinas situadas al este de la ciudad portuaria de Tiro hacia la una de la madrugada (medianoche en Euskal Herria), y destruyeron varias viviendas, incluido un edificio de tres plantas en cuyo sótano se habían refugiado varias familias. Los servicios de seguridad libaneses han informado de 57 muertos, incluidas 16 mujeres y 34 niños.
Inmediatamente después del ataque, las autoridades israelíes aseguraron que el objetivo era meramente militar y que las muertes de civiles deben atribuirse a Hizbula. El primer ministro Ehud Olmert aseguró durante la reunión semanal de su Gobierno que desde Qana y alrededores «se han disparado cientos de katiushas hacia Israel, hacia Kiryat Shemona y Afula». El Ejército israelí aseguró que «la aviación israelí atacó lanzaderas de misiles en la zona de Qana», y añadió que la responsabilidad de la muerte de civiles en los ataques israelíes recae en Hizbula, que ha convertido las residencias de los libaneses en un «frente de guerra por el disparo de misiles desde zonas habitadas por civiles».
El ministro libanés de Defensa, Elias Murr, rechazó categóricamente estos argumentos israelíes, recogiendo el sentir de millones de personas en todo el planeta. «¿Qué esperan que diga Israel? ¿Que han matado a 40 mujeres y niños?», declaró a Al Jazeera.
La matanza de Qana podría suponer un punto de inflexión en el conflicto, incluso en el hasta ahora atascado, como conviene a Tel Aviv, plano diplomático. El presidente libanés, Emile Lahoud, declaró que los dirigentes de Israel no tienen ningún interés en que se alcance la paz. «¿Acaso la comunidad internacional quiere que los dirigentes de Israel conviertan a Líbano en una nueva edición de Kosovo?», se preguntó.
«No hay lugar en estos tristes momentos para ninguna discusión que no conduzca a un inmediato e incondicional alto el fuego y a una investigación internacional sobre las masacres que está cometiendo Israel en Líbano», declaró por su parte Siniora tras ser informado de la masacre.
Rice no viajó a Beirut
Tras estas declaraciones de Siniora, difundidas poco después de que Olmert asegurara que Israel no aceptaría ningún alto el fuego inmediato en Líbano, la secretaria de Estado estadounidense, Condoleezza Rice, tuvo que anunciar el aplazamiento de su visita oficial a Beirut prevista para ayer. Olmert había explicado horas antes a Rice que Israel «necesitará entre diez días y dos semanas» para finalizar su ofensiva.La propia Rice se vio obligada por la mañana a expresar su «profunda tristeza por la terrible pérdida de vidas inocentes. Todos reconocemos que esta forma de hacer la guerra es extremadamente difícil. Por desgracia, a veces tiene consecuencias horribles. Queremos un alto el fuego lo antes posible», aseguró, sin añadir la palabra «inmediato» porque sus socios israelíes tienen planeadas nuevas masacres.
El Ministerio iraní de Exteriores afirmó que «el único éxito» de la gira de Condoleezza Rice en Oriente Medio ha sido «una masacre en una aldea» y manifestó que algunos responsables de la Administración de Bush deberían ser juzgados por crímenes de guerra en Líbano.
El presidente de Siria, Bashar al-Assad, transmitió su pésame a Emile Lahoud y afirmó que la masacre «refleja la barbarie y el terrorismo» de Israel. El primer ministro sirio, Mohamed Nayi Itri, declaró que los ataques israelíes «reflejan su impotencia ante los golpes recibidos por parte de la resistencia nacional libanesa».
SOS desde un hospital del sur libanés
La aviación israelí bombardeó ayer las cercanías del hospital Saleh Gandur, en la región de Bint Jbeil, causando víctimas entre el personal médico, según Radio Líbano. Los habitantes del lugar pidieron a la ONU que haga cesar dichos ataques sobre el hospital, el único que hay entre la localidad de Nakura y la de Bint Jbeil, y que acoge a 100 heridos y unas 300 familias de desplazados. El Consejo de Ministros decretó día de duelo nacional para hoy. -