GASTEIZ
La Coordinadora Contra Garoña plataforma formada por diversos colectivos contrarios a la energía nuclear ha llamado a participar en la jornada antinuclear de este sábado, que tiene como eje central exigir el cierre inmediato de la planta de energía nuclear de Santa María de Garoña. Los convocantes destacan la necesidad de que la sociedad se movilice para impedir que centrales de este tipo sigan su curso, y aseguran que hay suficientes alternativas para reemplazar la energía creada por las centrales nucleares. Entre ellas, plantean un sistema energético basado en el ahorro, la eficiencia energética y la utilización de las energías renovables, y opinan que «hay medios para realizar este cambio de modelo energético». Aseguran que «son la falta de voluntad política y la presión de las poderosas empresas energéticas los principales obstáculos para que el cambio sea posible».
Argumentan que, además, la nuclear es la opción «más irresponsable» para crear energía: «Es una tecnología inmadura que no ha sabido resolver en su más de medio siglo de vida el grave problema de sus residuos radiactivos, ni los problemas de seguridad, ni los de proliferación nuclear. Tampoco ha internalizado sus costes reales a pesar de ser la energía más subvencionada. Apostar por la energía nuclear es por tanto irresponsable, como lo es producir unos residuos peligrosos que permanecen activos durante miles de años y para los que no existe un tratamiento satisfactorio».
Este y otros temas relacionados con la energía nuclear y sus alternativas se analizarán este sábado en la jornada antinuclear que se desarrollará en Frías a lo largo del día. Los organizadores resaltan las exposiciones de cocinas solares, de carteles de anteriores marchas a Garoña y de fotografías de Chernóbil, así como la feria de productos biológicos y de artesanía.
La jornada antinuclear culminará con la manifestación que partirá desde Barcina del Barco a las 19.00, amenizada durante el recorrido por la “Elektrotuna”. La marcha concluirá a las puertas de Garoña con un parodia de la inauguración de la central nuclear que el dictador Francisco Franco protagonizó en el año 1971.
Central de las mil y una grietas
Desde el grupo alaves de Ekologistak Martxan subrayan la necesidad de implantar medidas para forzar el cambio de la actual cultura energética. El portavoz del colectivo, Alfonso Ribote, alerta sobre lo que puede derivar de las deficiencias que durante años se han registrado en la denominada “central de las mil y una grietas”: «Garoña tiene grietas en sistemas de seguridad como son los manguitos de las penetraciones, que entran a las barras de control y evitan una posible reacción nuclear. Es como si dijéramos que el pedal del freno de un coche está agrietado; puede que no funcione». En referencia a la reciente parada de Garoña a causa del aumento de la temperatura del río Ebro, Ribote explica que «cuando ocurren incidentes de este tipo no es por un problema concreto; es por un cúmulo de problemas, porque han coincidido muchos problemas a la vez». En resumen, Ribote asegura que «cuantos más problemas tenga una central, la posibilidad de que coincidan todos aumenta la probabilidad de accidente».
En este sentido, cabe destacar que, según la Coordinadora, los dos únicos sucesos clasificados como de nivel 1 en centrales nucleares españolas en 2005 se registraron en Garoña, lo que «revela una deficiencia en aspectos de seguridad que es necesario corregir». Destaca también la «vulnerabilidad» de las centrales nucleares con respecto a los agentes atmosféricos externos, y asegura que la reciente parada de Garoña no es más que «un suma y sigue a los problemas que arrastra la obsoleta central».
Nuevo cementerio nuclear
En referencia al reciente anuncio por parte del Gobierno español de crear un Almacén Transitorio Centralizado donde almacenar los residuos de las ocho plantas nucleares españolas, destaca que, actualmente, todos los residuos de alta actividad del Estado español están sumergidos en las piscinas de las centrales nucleares, y que el Gobierno pretende canalizarlos en un mismo sitio: «Quería crear un Almacén Geológico Profundo, es decir, enterrar los residuos a un kilómetros de profundidad durante miles de años. Pero, como hubo protestas, van a hacer un almacén temporal que sería para de treinta a cien años». Desde la dirección de Ecologistas en Acción anuncian que el alcalde del municipio de Peque de la Carballeda (Zamora) se ha ofrecido a albergar el ATC y, por consiguiente, los residuos procedentes de todas las centrales nucleares del Estado español. Califican de «delirante» la oferta, porque «este pequeño municipio está muy alejado de todas las centrales nucleares, lo que implicaría el aumento de los peligrosos transportes radioactivos». Asimismo, destacan que el alcalde Rafael Lobato (PP) «ha reconocido estar desinformado y no conocer a ciencia cierta los problemas y riesgos que entraña una instalación como el ATC».
Prorrogar el permiso de explotación «es
imprudente»
Aunque la central nuclear de Garoña estaba prevista para 25 años y hoy por hoy lleve 35 funcionando, la empresa Nuclenor formada por Iberdrola y Endesa ha presentado una solicitud de prórroga de una década, lo que supondría mantener la central activa hasta 2019 y llegar a doblar la previsión inicial llegaría a los 48 años. La Coordinadora Contra Garoña califica de «grave imprudencia» la petición de Nuclenor y critica que esta empresa asegura que la central «se encuentra en un excelente estado a pesar de sus fisuras y su lamentable estado de degradación intergranular, debido a las grandes presiones a las que están sometidas partes fundamentales para su funcionamiento y seguridad». Recuerda que los recursos de uranio son limitados y que, por lo tanto, «es irresponsable» apostar por la energía nuclear. -