MANIFESTACION EN DONOSTIA
Garzón y Lakua dan vía libre a la marcha pero vetan a Batasuna
El Boulevard donostiarra será escenario a las 17.30 de una movilización en favor de la solución al conflicto y del derecho a decidir de Euskal Herria que se presume muy concurrida. El juez Garzón no la ha prohibido esta vez y ha actuado en sintonía con el dictamen de Interior de Lakua, que indica que no hay relación con Batasuna. El Departamento recuerda que «no podrán tomar parte organizaciones ilegalizadas» y el juez ordena a la Ertzaintza que la suspenda en caso contrario.
DONOSTIA
La solución adoptada finalmente por el juez Baltasar Garzón, tras recibir el informe del Departamento de Interior de Lakua, recuerda a la que tomó su antecesor, Fernando Grande-Marlaska, ante la movilización ciudadana del pasado 17 de junio en Iruñea, convocada después de la prohibición de una marcha impulsada por Batasuna y otros firmantes del Acuerdo Democrático de Base.Garzón tampoco veta la iniciativa, pero como entonces se ordena vigilarla y suspenderla si hay consignas o lemas de Batasuna. Y ahora, además, se avisa a los miembros de la Mesa Nacional cinco de los cuales fueron obligados esta semana a pasar por su despacho de que «serán presuntamente responsables en ese caso». En un auto que ocupa 17 páginas, y tras considerar que no hay elementos que liguen a Batasuna con la concentración anunciada por 50 ciudadanos, Garzón requiere a la Ertzaintza, la Policía y la Guardia Civil para que le informe de «cualquier elemento que desvirtúe esta desvinculación». El juez precisa que los mahaikides serán represaliados en caso de que se constate «apoyo, dinamización, desarrollo o participación representativa en el acto, ya mediante la concurrencia de símbolos o pancartas diferentes a las autorizadas, ya con discursos o intervenciones asumiendo relación o responsabilidad de Batasuna». Añade que no actuará «contra su mera asistencia» mientras no vaya «más allá», ya que «como acto libre y voluntario de cada persona, no puede adoptarse medida restrictiva alguna sobre el mismo, dada la legalidad administrativa de la convocatoria». El dictamen emitido por el juez español al mediodía de ayer se corresponde básicamente con los criterios del informe entregado por el Departamento de Interior de Lakua sobre la convocatoria hecha pública el viernes en el Boulevard por decenas de ciudadanos. El departamento que lidera Javier Balza comunicó ya el viernes a la persona convocante lo que denomina como «limitaciones legales bajo las que deberá transcurrir la misma». Así, Interior detalla que «no podrán tomar parte organizaciones ilegalizadas, no podrán exhibirse pancartas o proferirse lemas amenazantes, y no podrá haber enaltecimiento de grupos terroristas». Y añade que «el incumplimiento de estos requisitos podrá dar lugar a la instrucción de expedientes sancionadores o a la apertura de atestados penales».
Justificación ante el PP Por
lo demás, en el auto de Garzón sobresale el modo en que justifica su decisión de no impedir esta movilización, y que responde claramente a las críticas formuladas desde el PP y organizaciones afines, que el día anterior le aclamaron por vetar el acto inicial.El polémico juez argumenta que «no se puede incurrir en una extralimitación injustificable con base a presunciones o criterios no jurídicos sino políticos, para evitar un acto que se enmarca en el ámbito de cumplimiento del artículo 21 de la Constitución, aunque existan múltiples personas que puedan estar en desacuerdo con el mismo, o incluso les resulte inaceptable». «Las opiniones personales, así como la voluntad o el arcano de los que concurran a esta manifestación, es algo invaluable por el juez a priori», añade Garzón. Dedica otro párrafo a ensalzar su propia labor al vetar la primera convocatoria:«Entonces existían indicios claros de la voluntad delictiva de los presuntos responsables de Batasuna (...), y el Juzgado actuó con prontitud y contundencia».
«Contra las agresiones»
La movilización partirá a las 17.30 del Boulevard, y uno de sus objetivos serán reclamar el fin de las agresiones contra Euskal Herria, según explicaron el viernes sus promotores. Animan a acudir para «no dejar pasar la ocasión histórica de solucionar este conflicto entre todos» y para mostrar que es necesario que la ciudadanía «esté en primera línea del proceso».Organizaciones como LAB, Askatasuna o Segi han expresado su adhesión a esta marcha, que la izquierda abertzale celebra desde hace muchos años en coincidencia con el inicio de Aste Nagusia donostiarra.
Un paso adelante frente a cuatro pasos atrás
Ramón SOLA
Las manifestaciones de agosto del año pasado en Bilbo y Donostia, el acto del BEC en enero, el del Kursaal en abril, la manifestación de Iruñea en junio... La persecución a cualquier movilización de la izquierda abertzale y las consiguientes polémicas se han convertido en un elemento tan repetido, aburridamente repetido, que se corre el riesgo de perder la perspectiva. No parece de más, por tanto, ver qué es exactamente lo que ha traído de nuevo el conflicto de esta semana: 1.- El juez: Después de insistir con reiteración en que los miembros de Batasuna no tienen prohibidos sus derechos individuales, sino únicamente los relativos a la organización política, Garzón se dirige individualmente a cada miembro de la Mesa Nacional para amenazarles con represalias si se celebra una movilización convocada por un particular. De hecho, que un particular no tenga derecho a convocar una manifestación es ya un paso atrás más. Y que pretenda que los mahaikides se encarguen de impedirlo o de retirar los carteles rompe todas las fronteras. Todo ello tras unas citaciones en las que el juez no decreta nada, sino que se dedica a repartir tirones de orejas y advertencias. 2.- La Fiscalía: Al contrario que en otras ocasiones recientes, el nuevo fiscal de la Audiencia Nacional, Javier Zaragoza, apuesta decididamente por la prohibición de la manifestación convocada inicialmente. Atrás queda el tiempo en que el fiscal era el bueno y Grande-Marlaska el malo. 3.- El PSOE: Un mes después de reunirse con Batasuna, representantes del PSE como Miguel Buen argumentan que «los dirigentes de Batasuna saben que su organización está ilegalizada por resolución judicial firme y que, por tanto, la consecuencia es la suspensión de todo tipo de actividades por parte de esa organización y de sus dirigentes». ¿Todas? 4.- Los partidos vascos: Entre los discursos por la derogación de la Ley de Partidos se cuelan con frecuencia otras afirmaciones que allanan el camino al PSOE. Para Josu Erkoreka (PNV), «es lógico y comprensible» que quiera mantener la Ley de Partidos para presionar a Batasuna; Iñaki Galdos (EA) ve incluso un «pacto táctico» PSOE-Batasuna para retroalimentarse; para líderes de EB, es la izquierda abertzale la que debe mostrar «responsabilidad»... En todas estas posiciones resulta harto difícil ver avances hacia una mesa que requiere igualdad de condiciones. Será la sociedad quien deberá dar el paso adelante.
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