El Agreal es un medicamento que recetaban médicos de cabecera, al igual que en diversas consultas de ginecología, a las mujeres menopáusicas con trastornos derivados de este crítico periodo. Su venta en el Estado español fue autorizada en 1983 y su comercialización corría a cargo del laboratorio francés Sanofi Synthelabo SA, que tras determinadas operaciones societarias se constituyó en Sanofi Aventis SA.Pero mientras en los prospectos de Agreal comercializados en el Estado francés se incluían una serie de efectos secundarios, en los prospectos del Estado español fueron suprimidos, lo que hizo que fuese consumido por numerosas mujeres.
En el Estado francés los médicos solían recetar el Agreal para un periodo de tres meses y siempre con un buen control de la paciente. «Este medicamento no se le podía recetar a todo el mundo, porque tenía efectos secundarios. Esta pastillita posee un componente que se llama Veraliprida y que tiene serias contraindicaciones. En concreto, según figuraban en los prospectos de otros países, puede favorecer la aparición del Párkinson, entre otras muchas contraindicaciones», constata Elena Zubiri, presidenta de la Asociación de Afectadas por el Agreal en Nafarroa.
Algunos de los efectos negativos del Agreal fueron las parálisis faciales y las afecciones al sistema neurológico. A este respecto, Elena Zubiri recuerda que ya en el año 1985 un conocido neurólogo donostiarra advirtió a las auto-ridades sanitarias que tuviesen cuidado con el Agreal porque «era muy agresivo y podía dar muchos problemas, pero nadie le hizo caso».
Como en otros muchos casos, también en éste los intereses de los laboratorios prevalecieron sobre la salud humana y no se realizaron análisis para conocer en profundidad sus efectos negativos.
Al cabo de un tiempo, muchas de las pacientes que seguían este tratamiento contra los trastornos de la menopausia presentaron cuadros de Párkinson, depresiones, temblores y rigidez. La alarma social fue creciendo conforme iban apareciendo nuevos casos, hasta el punto de que a partir del día 15 de junio del pasado año las autoridades sanitarias españolas suspendieron la comercialización del Agreal.
Mediante un comunicado remitido a todos los médicos de cabecera del Estado español, informaron de que este medicamento podía tener graves efectos negativos. También pidieron a médicos de cabecera, especialistas y otros profesionales que hicieran un seguimiento a todas las mujeres que habían estado tomando Agreal.
60.000 euros por mujer
Pero para cuando fue retirado del mercado, ya era tarde. Muchas mujeres hicieron públicos los síntomas padecidos tras tomar este medicamento, y otras muchas se dieron cuenta entonces de que ellas también los estaban padeciendo. Fue así como surgieron las primeras asociaciones de afectadas.
En la actualidad se calcula que en todo el Estado español hay unas 1.600 mujeres que sufren los efectos secundarios del Agreal, aunque se cree que otras muchas los padecen sin saber aún que la causa es este medicamento.
El mayor número de afectadas se registró en Andalucía. Así, más de 1.400 mujeres de Sevilla, Huelva y otras localidades recurrieron al bufete de abogados de Fernando Osuna para llevar adelante sus demandas judiciales.
Estas demandas han sido admitidas por los juzgados y en la actualidad ya son cuatro los procesos judiciales en marcha. El primero de ellos se ha desarrollando recientemente en Barcelona, el segundo está previsto para el próximo mes de octubre y los demás (todavía están pendientes nuevas demandas) no tienen fecha fija asignada.
Las mujeres demandantes, entre las que se encuentran varias navarras, reclaman al laboratorio francés indemnizaciones cuya cifra media ronda los 60.000 euros por persona, lo que arroja una montante total cercano a los 100 millones de euros.
Además de las demandas judiciales contra el laboratorio supuestamente causante de sus males, las mujeres afectadas por el Agreal también exigen responsabilidades a las autoridades sanitarias españolas que autorizaron su comercialización, y piden que se declare que este medicamento es el causante de todos esos males.
En este contexto, las asociaciones de mujeres afectadas que se han creado en diversas regiones del Estado español han convocado para el día 22 de setiembre una manifestación, que prevén masiva, en Madrid.
En ella pretenden dar a conocer a la opinión pública su problemática y exigir indemnizaciones a los responsables de la introducción del Agreal en el mercado sin advertir de sus graves efectos secundarios.
Tambien en Nafarroa
Aunque no existen datos oficiales, parece ser que dentro de Euskal Herria ha sido Nafarroa el herrialde con mayor número de casos. El primer paso de la Asociación de Afectadas por el Agreal fue contratar una abogada y enviar al laboratorio Sanofi Aventis SA un fax en el que, a título particular, solicitaban una indemnización por los perjuicios causados. Esta reclamación la hicieron con carácter preventivo, ya que no sabían si el caso podía prescribir o no.
Sanofi Aventis respondió a cada una de las mujeres que el Agreal no tiene efectos secundarios, que se ha vendido en otros países y que no han tenido ningún problema relacionado con su consumo.
También les pidieron que remitieran al laboratorio una serie de analíticas y datos relacionados con su historial, pero en algunos casos se han encontrado con que los médicos les niegan historias y certificados que necesitan para seguir adelante con su demanda.
Otra de las gestiones realizadas por la Asociación de Afectadas por el Agreal de Nafarroa fue solicitar una reunión formal con la consejera de Salud, María Kutz, pero ésta todavía no les ha recibido, aunque confían en que lo haga. -
IRUÑEA
Elena ZUBIRI | Presidenta de la
Asociación de Afectadas por el Agreal de Nafarroa
Después de dos años tomando Agreal y de sufrir sus consecuencias, Elena Zubiri, vecina de Erriberri (Olite), decidió impulsar la creación de la Sociedad de Afectadas de Nafarroa, que agrupa en la actualidad a unas 80 mujeres.
Usted empezó a tomar Agreal con 48 años.
¿Qué le impulsó a hacerlo?
Cuando mi médica me recetó el Agreal, me aseguró que era un medicamento que no tenía efectos sanitarios y era buenísimo. Yo no era partidaria de tomar ningún medicamento que tuviera tratamientos hormonales ni nada parecido. Mi médica me dijo que era un medicamento ideal, y de hecho a los médicos les habían “vendido” el Agreal como algo buenísimo para los efectos de la menopausia.
¿Qué síntomas notó?
Uno de los primeros síntomas que yo noté fue una paralización en la pierna, junto a una pérdida de fuerza. Acudí a la ginecóloga de Tafalla con un tembleque impresionante y me dijo que me venía todo del Agreal.
Cuando las autoridades sanitarias españolas
retiraron el Agreal del mercado, también decidieron hacer un seguimiento de las
mujeres que lo habían estado tomando. ¿Se ha hecho realmente así?
Ese seguimiento no se ha hecho en absoluto, y fue uno de los motivos que nos impulsó a asociarnos. Incluso se han dado casos de que a algunas mujeres el médico les ha llegado a decir que ya estaban “locas” antes de tomar el Agreal. La orden que se dio desde Sanidad no se está cumpliendo. Las personas que estamos afectadas necesitamos información. Algunas han estado tomando este medicamento hasta ocho años, y muchas se encuentran con depresiones de caballo. Debería haber profesionales tratándonos, pero ni siquiera nos han preguntado a ver si necesitamos sicólogas que nos presten ayuda. Esto es de vergüenza.
¿Cómo surgió la asociación?
Surgió gracias a los medios de comunicación. Yo vivo en Olite, y cuando vi en el periódico que una mujer de Pamplona también estaba afectada, me puse en contacto con ella y a partir de ahí hicimos un llamamiento a otras afectadas para formar la asociación. Hicimos una valoración de todas las mujeres y vimos que a algunas los médicos las estaban tratando de pena. Hay mujeres que no salen de casa, viven en una angustia total. Algunos médicos lo achacan a que las mujeres, en la edad de la menopausia, estamos mucho más sensibles, pero esto es algo más. Hay mujeres que han llegado incluso al suicidio.
¿Qué acciones tienen previstas?
El próximo mes de setiembre vamos a tener una reunión todas las mujeres de la asociación y vamos a intentar que nos escuchen y nos atiendan desde la Sanidad de Navarra.
En Barcelona se ha celebrado un juicio de
mujeres afectadas por Agreal, entre las que figuran varias navarras. ¿Confía en
que la Justicia les dé la razón?
A una de esas mujeres el juez le ha preguntado a ver qué estudios tiene. Creo que nos están tratando de analfabetas y de tontas. -
I. V.