TORONTO
«Soy VIH positiva, amo la vida y busco un chico que quiera ser amado y me ame con todo su ser, tal vez sea una anticuada romanticona, pero yo sigo creyendo en el amor verdadero y en el ‘vivieron felices para siempre’», expresa en su carta de presentación una sudafricana de 33 años, que se hace llamar Sweetgirl. Han pasado tres años desde que la red vio nacer www.thepositiveconnection.co.za, en sus comienzos centrado en Sudáfrica, donde 5,5 millones son seropositivos, según el último informe presentado por Onusida, lo que sitúa al país como el segundo con más portadores del virus del mundo, después de la India. El proyecto ha ido evolucionando, rompiendo barreras raciales, religiosas y geográficas, «al igual que el propio virus del sida que es ciego ante las clases sociales o el acervo de las personas», afirma Ben Sassman, seronegativo y responsable de la idea.
Todo comenzó con un viaje de Sassman a Ciudad del Cabo, ciudad natal de este publicista sudafricano de 39 años, casado y con tres hijos. Allí se encontró con un amigo que le reveló tener el sida. «Me explicó las dificultades que tenía cuando conocía a una mujer y le comentaba su enfermedad, éstas nunca más volvían», recuerda Sassman.
«Cuando una persona descubre que es seropositiva podrá recurrir a consejo profesional, a amigos o familiares comenta pero cuando se trata de cómo actuar ante una cita no hay manual, directriz o regla en que se pueda escudar». Tras navegar por internet durante semanas y comprobar que ningún servicio de citas se interesaba por el estatus del VIH del cliente, emprendió el proyecto con una inversión inicial de 5.000 euros. La idea la define como una «plataforma para encontrar el amor en una sociedad que no acepta a los seropositivos» y es totalmente gratis para sus miembros. Hombres que buscan hombres o mujeres; mujeres que buscan mujeres u hombres; decididos y locuaces, tímidos e inseguros. Unos se califican de románticos, otros se dicen realistas, aventureros u hogareños, todos tienen cabida en esta web donde las personas infectadas por el virus pueden compartir sentimientos y afinidades.
«Tengo 32 años, heterosexual. Infectado recientemente. Estoy intentando empezar de nuevo. Necesito tener una relación con una persona que sepa lo que es vivir con eso noche y día», declara uno de los miembros de la web, quien se da a conocer con el apodo de fayaaa.
Nacionalidades tan dispares como Vietnam, Holanda, Chequia, Perú, Canadá o Australia forman hoy los 709 miembros que componen esta página, donde en torno al 64% son sudafricanos.
Un total de 7.480 visitas se registraron durante julio en la web, el mayor número de entradas en un sitio de internet de citas en Sudáfrica, un negocio que supera ya la cuarentena, según su creador.
Otro de los miembros, que se hace llamar keops48, es un hombre de 48 años de Veracruz, México, y se define en español a sí mismo como «sincero, cariñoso, romántico, fiel y alegre». «Busco alguien que quiera compartir la vida y la realidad de nuestra existencia, vivir a pleno y pensando en un futuro», añade.
Que tenga constancia Sassman, al menos tres parejas se han formado a través de esta web, una de ellas el hombre era nigeriano y la mujer sudafricana, y viven ahora en Johannesburgo. «En la web todos son seropositivos, entonces es algo de lo que no hay que hablar. Una parte muy difícil de la relación ya está salvada, ahora hay que dejarle paso al amor, que es posiblemente la parte más complicada», dice Sassman.
Un portavoz de la ONU tacha de «neocolonialista»
la actitud de EEUU hacia Africa
El enviado especial de la ONU para temas de sida, Stephen Lewis, afirmó en Toronto que el multimillonario plan de emergencia del Gobierno estadounidense para Africa está demasiado enfocado en promover la abstinencia sexual.
Según Lewis, Estados Unidos peca de «incipiente neocolonialismo» al decirles a los países africanos cómo luchar contra el sida. «Ningún país de Occidente tiene el derecho a dictarle a los gobiernos africanos la forma en que combaten esta pandemia», señaló Lewis.
El Gobierno estadounidense aprobó en 2003 ayudas a Africa por 15.000 millones de dólares durante cinco años, cuyo objetivo es detener la propagación de la enfermedad. El plan promueve tres estrategias: abstinencia sexual prematrimonial, fidelidad a la pareja y, si éste no es el caso, la utilización de preservativos, conocida como estrategia «ABC». El Congreso estadounidense estipuló después que una parte de dichos fondos debe ser utilizada en programas que promuevan la abstinencia sexual prematrimonial.
Según Stephen Lewis, está probado que estos programas no funcionan. «Uno no otorga fondos bajo la condición de que el dinero refleje prioridades ideológicas».
EEUU rechaza estas críticas y sostiene que no entrega dinero en función de preconceptos ideológicos ni promueve la abstinencia sexual en detrimento de otras estrategias en la lucha contra el sida.