BILBO
La asignatura de aritmética y álgebra era la materia que más dificultades presentaba para los alumnos del Instituto Provincial de Gipuzkoa y del Instituto Vizcaino entre 1836 y 1936, según la tesis defendida el pasado 20 de junio por María Cinta Caballer Vives, profesora de la Escuela Universitaria Politécnica de Donostia.La tesis de Caballer estudia la enseñanza de esta asignatura desde 1836 hasta 1936. La profesora cuenta con publicaciones dirigidas a la enseñanza de las matemáticas y ha analizado en su tesis doctoral la evolución de la enseñanza del álgebra en los institutos de estos dos territorios, los manuales utilizados y los cambios experimentados en la docencia de esta materia.
La recién doctorada ha impartido esta asignatura desde 1979 a los estudiantes de primer curso de Ingeniería y Arquitectura Técnica. Según ha indicado, «el nivel de álgebra con el que los alumnos llegan a la facultad es muy importante para el buen desarrollo de la citada asignatura, por lo que conocer los contenidos de álgebra que se han impartido a través de la historia en la segunda enseñanza parecía un objetivo muy interesante».
La tesis ofrece una panorámica del desarrollo del álgebra a lo largo del siglo XIX y a principios del XX y analiza cómo se produjo la incorporación de avances. Desde la creación de la segunda enseñanza a finales del siglo XVIII, el álgebra siempre ocupó un lugar principal en todos los planes de estudio. Respecto a los libros de texto en general, y a los de álgebra en particular, la doctora establece dos periodos bien diferenciados: desde 1845 hasta 1868 se imponían determinados libros de texto a través de listas oficiales, «pero con la llegada del Sexenio Revolucionario se decretó la libertad de cátedra y ello provocó un auténtico aluvión de nuevos manuales escolares producidos por los mismos catedráticos». Por ello, «además del sobresueldo que les aportaba la redacción de manuales propios, los profesores podían aportar innovaciones pedagógicas y didácticas». A nivel científico, sin embargo, los contenidos no variaban mucho entre diferentes textos.
Alumnos más jóvenes
Para Caballer resulta difícil establecer una comparación en cuanto al nivel de conocimientos de álgebra de los alumnos del siglo pasado y los de hoy en día, debido a que desde el siglo XIX y hasta 1936 los alumnos de bachiller eran mucho más jóvenes de lo que son actualmente. La enseñanza de las matemáticas estaba tradicionalmente dividida en aritmética y álgebra como una asignatura común y geometría y trigonometría se impartían como otra materia diferente. Para paliar las enormes dificultades que los alumnos encontraban en el aprendizaje del álgebra, las Diputaciones aportaban fondos para desdoblar la clase de aritmética y álgebra, y en ocasiones introducían nociones previas de geometría y trigonometría para dotar a los alumnos de las nociones necesarias para la correcta resolución de los problemas algebraicos.