Las labores de desescombro proseguían ayer y con ellas, el descubrimiento de cadáveres enterrados. El portavoz de la Protección Civil de Líbano, Daumid Hobeini, dijo que al menos 110 cuerpos han sido encontrados desde el alto el fuego, muchos de ellos en avanzado estado de descomposición. Y eso que los servicios de rescate no han podido llegar a las poblaciones más afectadas, las fronterizas, en las que el Ejército de Israel sigue acantonado.En Srifa, a unos tres kilómetros al sur del río Litani, se hallaron más de 30 cadáveres entre los escombros. En los barrios del sur de Beirut, los restos de 13 personas, entre ellos siete niños y un bebé, fueron encontrados entre las ruinas, producto de los bombardeos israelíes sobre el barrio de Rueis del pasado domingo.
El Programa de las Naciones Unidas para la Alimentación (PAM) señaló que el número de víctimas civiles se eleva a 1.152 y el de heridos a unos 3.700. En lo que se refiere a los desplazados de la guerra, señaló que en la actualidad son 702.413 debido a que unas 200.000 personas ya han regresado a sus hogares.
La ayuda escasea
Tampoco es fácil distribuir la ayuda humanitaria a los vivos. El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) informó ayer de que, aunque el alto el fuego ha facilitado el acceso a las poblaciones del sur del Líbano, la situación continúa siendo peligrosa. «La presencia de militares, de carros de combate y de residuos explosivos de guerra en el terreno hace que siga existiendo peligro», dijo la portavoz del CICR Annick Bouvier.
Además de la distribución, conseguir la provisiones también se torna más complicado. El PAM alertó ayer de que la escasez de fondos para sus operaciones podría llevar a que suspendiese las operaciones para atender a los desplazados. El organismo de la ONU dijo que hasta ahora ha recibido algo más de 19 millones de dólares de los casi 40 requeridos para su operación de tres meses.
Aparte de ONG y organismos internacionales, los desplazados cuentan con la ayuda de Hizbula, que se comprometió públicamente a ayudar a los miles de refugiados cuyas casas quedaron destrozadas. Tras el alto el fuego, miles de personas han vuelto a sus ciudades de origen, del este y sur de Líbano, y la mayoría han encontrando sus casas dañadas o totalmente destrozadas.
Horas después del alto el fuego, el líder de Hizbula, el jeque Hassan Nasrallah, prometió ayudas para reconstruir Líbano. Nasrallah afirmó que los 15.000 edificios que fueron dañados durante la guerra serán reconstruidos. Hizbula está recolectando información entre los refugiados para saber a cuántas casas fueron destrozadas, y estima que se necesitarán de cientos de millones de dólares para reconstruir el país. Fuentes del movimiento islamista aseguran que más de 190 edificios han sido destruidos y cerca de 90 se encuentran gravemente dañados en la zona sur de las afueras de Beirut. Fuentes locales calculan que unos 200.000 libaneses podrían haberse quedado sin casa.
Aquellas personas cuyos hogares fueron totalmente destrozados recibirán la cantidad del alquiler de la casa y de los muebles durante un año. Y aquellos cuyas casas hayan sido dañadas, podrán arreglarlas ellos mismos y recibir el dinero de la reconstrucción, o bien Hizbula enviará trabajadores para reparar los daños. Cientos de operarios trabajaban ya ayer en las calles de Dahiyeh, limpiando las calles y quitando los escombros. Algunas zonas estaban completamente cerradas y controladas por miembros de Hizbula por el miedo a los posibles saqueos y sólo los residentes acreditados podían acceder a estas zonas.
Levantando puentes
Por su parte, el Ejército libanés comenzó a reconstruir algunos de los puentes destruidos por la aviación israelí durante su ofensiva militar contra Líbano, según informó una fuente militar de alto rango. «Unidades del Ejército han comenzado a reconstruir los puentes sobre los ríos Damur, Awali, Zahrani y Litani», detalló la fuente y explicó que los trabajos se concentran sobre todo alrededor de las instalaciones de Kazimieh, al norte de Sidón, y Farkela, al este de Nabatieh. Los puentes sobre el Litani son esenciales para que los miles de refugiados que se desplazan al sur puedan regresar a sus hogares.
En la devastada ciudad de Tiro también se ha empezado a mejorar la situación. La central eléctrica de Tiro destruida por los bombardeos israelíes vuelve a funcionar lo que ha posibilitado que se restablezca la electricidad en la ciudad y que su población pueda disponer de nuevo de agua potable. -
BEIRUT