BARCELONA
La polémica ha envuelto en los últimos días la presencia de estos plantígrados en el Pirineo, después de que el Gobierno francés liberara el pasado martes un quinto oso en las montañas, de los cuales uno ha aparecido muerto.A pesar del rechazo que manifiesta una parte de la población de los Pirineos ante la existencia de estos grandes carnívoros en libertad, la Generalitat ha avalado desde un principio la presencia y la reintroducción de osos en la zona, a los que ven como «un potente dinamizador social y económico del territorio».
De hecho, según explicó el jefe del Servicio de Protección de Fauna y Flora del Departamento de Medio Ambiente de la Generalitat, Jordi Ruiz, se ha detectado que «mucha gente se siente atraída» por este animal y acude a los Pirineos «con la esperanza de poder verlo o encontrar alguna pisada» en el camino. «Se espera que en el futuro los osos actúen como un dinamizador del turismo. Tienen un gran potencial», subrayó Jordi Ruiz.
En este sentido, el responsable de Fauna y Flora de la Generalitat destacó que Catalunya podría impulsar iniciativas semejantes a las que ya han promovido algunos territorios para ofrecer un turismo respetuoso con el medio ambiente utilizando la imagen del oso como marca de calidad turística y creando equipamientos y productos artesanales dirigidos a los turistas.
Por ejemplo, en el Pirineo francés, donde habitan entre quince y dieciocho ejemplares de osos pardos, se ha creado la «Casa del Oso», que visitan más de 5.000 personas cada año.
En el Parque Natural de Adamello-Brenta, en Italia, la reintroducción de diez osos entre 1999 y 2002 ha hecho incrementar entre un 60% y un 70% los visitantes de la reserva, que el pasado año registró más de 270.000 visitas.
Sin embargo, la presencia de osos pardos en los Pirineos es acogida con cierto recelo e incluso rechazo por parte de los ganaderos catalanes, que ven a estos animales como una amenaza para sus rebaños, principales víctimas de los ataques de estos mamíferos.
Y es que la decena de osos pardos que deambulan en libertad por el Pirineo catalán protagonizan cada año entre quince y veinte ataques a cabezas de ganado, según la Generalitat, que sostiene que los plantígrados «no son más peligrosos que un ciervo o un jabalí».
El responsable de Medio Ambiente explicó que en Catalunya los osos pardos, que se concentran en las comarcas de la Vall d'Aran y el Pallars Sobirá, matan cada año entre 15 y 20 animales, como ovejas y terneros, con el objetivo de obtener comida para sobrevivir, una cifra relativamente baja si se tiene en cuenta que la «ratio» que se obtiene es de «1,6 ataques por oso y por año».
GARA
PARIS
Los Verdes y organizaciones ecologistas del Estado francés pidieron ayer la suelta inmediata de un nuevo oso esloveno en los Pirineos tras la muerte de Palouma, la primera de los cinco plantígrados de la misma procedencia reintroducida en primavera para repoblar la especie.
Esta demanda ha sido rechazada por el Ministerio de Ecología, que ha aplazado cualquier operación similar hasta la próxima primavera, después de las elecciones presidenciales.
Sin esperar a los resultados de la autopsia a Palouma, el movimiento ecologista Génération Ecologia ha pedido que se cree una comisión de investigación sobre las causas de la muerte de la osa, pues no descarta que hubiese sido empujada hasta esa zona escarpada por personas que se oponen a la reintroducción de osos.
Representantes de ganaderos de los Altos Pirineos se oponen a la suelta de osos eslovenos. «Acostumbrados a vivir en los bosques, no pueden adaptarse a nuestros relieves accidentados. Al desplazarlos, la gente de París ha perturbado su modo de vida. Eso no es ecología», aseguran.