Jean-Pierre Sinapi: «Todos tememos a lo desconocido»
Jean-Pierre Sinapi, que con su comedia «Nationale 7» obtuvo numerosos premios internacionales, presentó ayer en Bilbo su última película. «Camping à la ferme», estrenada en castellano bajo el título «Jóvenes oportunidades», es una comedia sobre seis jóvenes delincuentes a los que se les da la oportunidad de cambiar cárcel por trabajos comunitarios en el campo.
BILBO
Basado en hechos reales, la película de Jean-Pierre Sinapi indaga en el choque que se produce cuando seis jóvenes marginales de los extrarradios de París llegan a un lugar remoto de la campiña francesa. El impacto lo sufren ambas partes: los urbanitas y las gentes del campo y abarca aspectos culturales, religiosos y sexuales. «Tenemos miedo de lo que no conocemos: los del campo temen a los de la ciudad, los católicos a los musulmanes y todos tenemos miedo de la pobreza», señaló ayer en Bilbo el director francés.
Bajo el aspecto de comedia social, Sinapi busca las situaciones cómicas que afloran cuando estos jóvenes abandonan el único mundo que conocen. «Son personajes antipáticos, agresivos, pero yo quise acercarlos al público a través de la comedia. Mi propósito era que el espectador hiciera un recorrido con ellos». Sinapi eligió a los protagonistas tras un casting que llevó de manera personal entre más de 700 jóvenes. «Fue muy difícil, sobre todo porque tienen una manera especial de hablar que hace que sea complicado entenderles. Después tuve que trabajar los ensayos durante dos meses», relató. En el reparto figuran también nombres muy conocidos del cine francés, como Dominique Pinon (“Delicatessen”) o Julie Gayet, que aceptaron trabajar en papeles secundarios porque les gustó el guión.
Cuando arrancó el rodaje, ficción y realidad se mezclaron. «Algunos de ellos no habían salido nunca del suburbio y eso produjo numerosas anécdotas. Uno de los chavales abandonó el rodaje con un ataque de pánico cuando le subió un saltamontes por el brazo: nunca había visto un bicho así». Además del choque entre el campo y la ciudad, la película habla también de la falta de esperanza que sufren estos jóvenes de los barrios marginales. «Necesitan encontrar un trabajo y sentirse útiles para recuperar la autoestima, sólo eso. El programa de cambiar cárcel por trabajo comunitario no ha tenido éxito en Francia, aunque muchos jueces lo siguen defendiendo; el problema es que a esos jóvenes no se les asignan los trabajos adecuados, no aprenden de ello», añadió el cineasta.
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