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La dirección de EA decide presentarse en solitario
Errazti trasladará a la asamblea el debate sobre la coalición electoral
·La ejecutiva ha decidido, en principio, no acudir junto al PNV a las próximas elecciones
La Ejecutiva Nacional de EA ha acordado concurrir en solitario a las elecciones forales y municipales en la CAV, aunque, tras lo apretado de la votación del miércoles, la presidenta del partido, Begoña Errazti, ha decidido convocar a la Asamblea Nacional para que tenga la última palabra. Según fuentes consultadas por este diario, es prácticamente imposible que la Asamblea corrija a la Ejecutiva, puesto que la coalición precisa del voto favorable de dos tercios.
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GASTEIZ
Si el debate en Eusko Alkartasuna sobre la fórmula con la que concurrir a las próximas elecciones municipales y forales de mayo de 2007 en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa parecía zanjado con la decisión de ir en solitario tomada por la dirección en la noche del miércoles, en la tarde de ayer la presidenta del partido, Begoña Errazti, anunció su intención de convocar a la Asamblea Nacional de la formación para conocer su opinión al respecto.Fuentes conocedoras de la realidad interna de EA, consultadas por GARA, consideran que es prácticamente imposible que la Asamblea Nacional corrija la decisión adoptada por la Ejecutiva Nacional, y que cuenta también con el apoyo de las ejecutivas regionales de Araba y de Bizkaia. Según los estatutos del partido, para formar una coalición es preciso el apoyo de dos tercios de los asistentes a la Asamblea. Cabe indicar como dato que en los anteriores comicios, cuando la dirección era favorable a coaligarse con el PNV, se llegó al mínimo apoyo necesario por apenas un voto. El debate sobre si acudir en solitario o en coalición es ya un clásico en EA cuando se avecinan elecciones municipales, forales o autonómicas. Muchas veces se ha escuchado a sus líderes arrancar el debate anunciando que se presentarían con sus propias siglas, para comenzar a modular después sus declaraciones y acabar apostando por la coalición. Sin embargo, GARA ya avanzó el pasado martes que en esta ocasión parecía más fuerte que en veces anteriores el sector que propone presentarse en solitario. Y así, pese a que en los últimos días la presidenta de EA, Begoña Errazti, había hecho diversas declaraciones como que «es importante colaborar con el PNV porque nos la jugamos como pueblo» aunque sin entrar en la cuestión de la coalición, finalmente la Ejecutiva decidió en la noche del miércoles concurrir en solitario. La decisión fue comunicada oficialmente a través de una breve nota de prensa. No se produjeron declaraciones públicas de ninguno de los líderes de la formación.
«En principio»
En la breve nota se afirma textualmente que «después de un amplio debate, se acordó, en principio, concurrir a dichas elecciones como Eusko Alkartasuna, manteniendo la coherencia con sus planteamientos históricos de impulsar aquellos acuerdos entre partidos abertzales y democráticos que puedan servir de base para que las instituciones del país sean gestionadas con el objetivo de consolidar el proceso de normalización política y de pacificación. Así mismo, se acordó mantener los acuerdos con el Partido Nacionalista Vasco en defensa de los derechos nacionales de nuestro pueblo».La acotación «en principio» daba lugar a diversas interpretaciones, que por la tarde se incrementaron al conocer la decisión de la presidenta del partido de convocar la Asamblea Nacional, a la que no se hacía ninguna mención en la comunicación oficial de la decisión adoptada por la Ejecutiva. Resulta difícil entender cómo en torno a unas decisiones de este calado un partido adopte una línea comunicativa tan poco clara, salvo que en su seno se estén produciendo importantes tensiones internas. La convocatoria no está todavía formalizada, puesto que corresponde a la Ejecutiva Nacional tomar esta decisión, aunque no parece que vaya a haber inconveniente alguno en que se escuche a las bases. Puede, eso sí, producirse un problema de calendario, puesto que será difícil que la Asamblea de EA vaya a poder materializarse antes del 15 de setiembre, que es la fecha en la que el PNV ha convocado a su Asamblea Nacional para comenzar el proceso para la elaboración de sus candidaturas a las elecciones municipales y forales. Por eso había urgido a EA a que tomara una decisión definitiva antes de esa fecha. De hecho, en algunos municipios el PNV ya tiene adelantados sus trabajos iniciales para la confección de las listas.
Mantenimiento de los acuerdos
Al tener conocimiento oficial de la decisión adoptada por la dirección de EA, el portavoz del EBB del PNV, Iñigo Urkullu, hizo pública una nota de prensa en la que aseguraba que a su partido no le cabe más que respetar lo acordado, «aun lamentando que así la Ejecutiva de EA dé por finalizado el intento que EAJ-PNV viene haciendo desde hace ocho años por ofrecer al electorado vasco y a la militancia nacionalista que cree en el proyecto desde el desarrollo institucional-político que se viene dando en los últimos 27 años, de ir extendiendo a todo el ámbito institucional la fórmula de coalición, en ese esfuerzo y deseo de alianza estratégica entre EAJ-PNV y EA».La decisión de la Ejecutiva de EA, ni en este momento ni cuando como es previsible sea confirmada por la Asamblea Nacional, no supone en ningún caso la ruptura de las alianzas con el PNV actualmente existentes en ayuntamientos y diputaciones, ni afecta a la coalición en el Gobierno de Lakua liderada por Juan José Ibarretxe. Ambos partidos fueron nítidos ayer en ese aspecto, recalcando que los acuerdos suscritos hasta el momento se mantienen en los mismos parámetros en los que se encontraban.
Trayectoria de colaboración
EA nació el 4 de setiembre de 1986 como una escisión del PNV. Sin embargo, tras las autonómicas del 90 ambos partidos iniciario un periodo de colaboraciones. El primer tripartito junto a EE apenas duró unos meses, pero cuatro años después se asentaron ya en Lakua las fórmulas en las que participaban ambos partidos, aunque concurrieran por sepadado a las elecciones. La primera coalición preelectoral se dio en los comicios locales y forales de 1999, aunque no llegó a todos los municipios. Después se repitió en las autonómicas del 2001, en las municipales del 2003 y en las autonómicas de 2005. Sin embargo, ambos partidos se presentaron por separado en las generales. -
Una indecisión que desgasta
Iñaki IRIONDO
Eusko Alkartasuna va a cumplir veinte años en los que no ha parado de repetir que no es un apéndice del PNV, sino un partido con identidad propia y diferenciada, con un espacio suficiente en el complejo electorado de Euskal Herria, y que aspira además a liderar a un sector de esta sociedad. Sin embargo, demasiadas veces da la impresión de que muchos de los dirigentes que en periodos de paz electoral repiten machaconamente este discurso no acaban de creérselo del todo. Y, por eso, cuando se empiezan a atisbar unas elecciones en el horizonte y comienzan las primeras voces de EA a anunciar que concurrirán en solitario a los comicios, la opinión pública y el resto de los partidos ponen esas palabras en cuarentena, porque luego surgen los miedos y las vacilaciones y llega la coalición. Esta vez parece que el anuncio de EA va en serio. Pero de nuevo aparecen los miedos de última hora. Eusko Alkartasuna tenía previsto decidir el pasado mes de febrero hace medio año ya la fórmula para presentarse a las elecciones. La división de opiniones en la dirección hizo que el debate concluyente se fuera aplazando, primero para antes del verano y luego para setiembre. Con la decisión del miércoles, parecía que la Ejecutiva Nacional de EA no sólo tomaba una determinación sobre su futuro electoral fuera la que fuera, sino que también mostraba la inteligencia de cortar antes de lo anunciado un debate que, por la indecisión que evidencia, desgasta la imagen del partido. Sin embargo, Begoña Errazti ha decidido ampliar la tensión en al menos otras dos semanas convocando una Asamblea Nacional. A pesar de que va a ser difícil que las bases rectifiquen la decisión de la dirección, es evidente que los próximos días no van a ser tranquilos para los militantes de EA y no faltará la campaña interna, más o menos explícita, para que se decanten por una u otra posición. Y sumen a la decisión sobre la fórmula electoral las lecturas que la votación final tendrá cuando la presidenta propone una cosa y el secretario general otra. -
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