¿Cuándo se tendrá en cuenta a los remeros?
Jamás había vivido algo así. Lo sucedido ayer en el consistorio donostirarra fue esperpéntico, kafkiano, bochornoso... Se me ocurren mil maneras de catalogar lo ocurrido. Una vez más, y van muchas en los últimos tiempos, los despachos se apoderaron de un deporte que está viviendo un año negro. Y, una vez más, los remeros son lo más perjudicados. Ayer tuvieron que esperar dos horas más de las previstas para poder hacer su trabajo. Tampoco me gustó la actitud de algunos aficionados para con los remeros de Pedreña y Astillero. Los silbidos deberían haberse dirigido hacia otro lado. - U.A.
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