John Dugard, relator especial de las Naciones Unidas, ha elaborado un informe que, según sus propias palabras, busca remover las conciencias «de aquellos que están acostumbrados a cerrar los ojos y los oídos frente al sufrimiento de los palestinos». El informe fue presentado ayer ante el Comité de Derechos Humanos de la ONU, reunido en Ginebra, y tuvo ya una primera y airada respuesta a cargo del embajador israelí.
El relator es bien explícito al describir las consecuencias de la decisión adoptada por la comunidad internacional, a través del Cuarteto de Madrid, de suspender las ayudas a la población palestina. Explica el relator sudafricano que los palestinos son castigados por haber elegido democráticamente una opción de gobierno que resulta inaceptable para Israel, EEUUy la UE. Añade después que, bajo ese argumento, y por vez primera en su historia, las instituciones mundiales castigan con sanciones económicas a un pueblo que sufre la ocupación.
El relator Dugard censura la política de castigo a la población palestina adoptada por el Cuarteto, con mención expresa a la propia ONU que, siendo parte de ese grupo cuyo fin sería impulsar el proceso de paz palestino-israelí «es parte, a su vez, de las sanciones económicas contra el pueblo palestino».
El informe del relator es taxativo al denunciar que se acepte como «daño colateral» la muerte planificada de población civil palestina sometida a los bombardeos israelíes y también que se aplique el «lenguaje políticamente correcto» al referirse al Muro de Cisjordania, cuando una construcción similar en cualquier otra latitud habría sido rechazado como un instrumento de limpieza étnica.
El informe Dugard corrobora el preocupante balance de la política de sanciones que se diera a conocer en la reciente conferencia sobre comercio y desarrollo auspiciada por la propia ONU. Una investigación presentada en dicho foro prevenía de que con la supresión de la ayuda internacional, de la que dependen tres cuartas partes de la población de Gaza, se sitúa a la población palestina en las peores condiciones económicas de los últimos 25 años.
Ala vista de los nuevos datos surge inmediatamente la pregunta: ¿Hasta cuándo la comunidad internacionalva a amparar un castigo con tales consecuencias? Dugard lanza su respuesta: «Si sigue sin actuar, no deberá sorprenderse de que los pueblos del mundo no crean que está comprometida sinceramente con los derechos humanos». -