Ainara LERTXUNDI - Oihana LLORENTE
Tres experiencias y una vía: el diálogo
·Jornadas «mujeres generando las paces»
Debby Lerman, Amal Khreisheh y Olga Lucia Ramirez hicieron ayer en Donostia un crudo retrato de la realidad cotidiana de la ocupacion israeli y las mil caras de la violenciaen colombia. Tres vivencias, tres aportaciones para un congreso que desea ser un foro de reflexion sobre la implicacion de la mujer en las resolución de conflictos. La importancia de la palabra y de la implicacion social vertebraron sus intervenciones.
Debby Lerman
La israelí Debby Lerman viajó hasta Donostia para participar en el congreso
«Mujeres generando las paces» con un claro objetivo: denunciar la ocupación de
Palestina por parte de Israel y, sobre todo, pedir, reclamar el apoyo de la
sociedad para poner fin a la ocupación. «He venido porque necesitamos de ustedes
ante el rol pasivo que ha tomado Europa. No veo voluntad internacional de
cambiar, por eso necesitamos que nos ayuden», subrayó Lerman al término de su
intervención. En su opinión, este posicionamiento pasivo de Europa se debe «a la
geopolítica que dirige la Administración estadounidense con Bush a la cabeza, a
la islamofobia que se está extendiendo y al miedo a los palestinos, a quienes se
ve como un factor desestabilizador de Medio Oriente», resaltó.
«Europa se plegó al bloqueo contra Palestina, no ha dicho
nada sobre el cierre total de Gaza y Palestina. No tengo mucha fe de que esa
política cambie si no hay una resistencia civil europea. Hay que presionar a los
gobiernos para que cambien esa posición y digan ‘basta al robo’. Debemos
aumentar el precio de la ocupación. Se puede hacer de muchas maneras, con
boicot, san- ciones, sacando las inversiones de Israel, etcétera».
Lerman hizo una cruda descripción de la realidad
palestina y denunció con contundencia la actuación de Israel. «Nuestro gobierno
ha emprendido una campaña de destrucción de Palestina. Hemos arrasado con todos
sus recursos; casas, plantaciones de olivo, hospitales... Hemos construido un
muro que divide y encierra a los palestinos, una herramienta muy útil para
comenzar la limpieza étnica. El Gobierno ha cogido a nuestros hijo y los ha
convertido en criminales de guerra. Al mismo tiempo que destruimos Palestina nos
destruimos a nosotros mismos. Salvar a Palestina es, por tanto, salvar a
Israel», incidió. La única manera de lograrlo es, según incidió, «poner fin a la
ocupación, punto»
Es por ello que cada viernes desde el inicio de la
primera Intifada, mujeres vestidas de negro realizan vigilias por la paz. Debby
Lerman es una de esas tantas mujeres.
«Las palestinas son el segmento más débil»
Amal Khreisheh
«Las mujeres sufren de manera directa e indirecta la ocupación militar
israelí. Esta presión, junto con las sanciones colectivas por parte de la
comunidad internacional tras las elecciones al Parlamento, el hecho de que toda
nuestra nación esté amenazada y la violencia de género resultante de la
expansión de la pobreza y el desempleo son los principales obstáculos a los que
nos enfrentamos las mujeres palestinas», destacó Amal Khreisheh.
«El poder ejercido por la ocupación empuja a dicha
comunidad a utilizar mecanismos de autodefensa a través de la vuelta a las
costumbres nacionales, el sistema patriarcal y sus normas para proteger su
existencia colectiva y su identidad. En tales circunstancias, las mujeres
palestinas son el segmento más débil», remarcó. Khreisheh advirtió también de
que es «difícil continuar en esta situación. Hay gran enfado en toda nuestra
sociedad y este impacto negativo impide nuestro progreso. Perderemos nuestros
logros si no acabamos con este miedo».
Al igual que la israelí Debby Lerman, incidió en que se
debe «impedir» este «colonialismo de Israel». «Sólo se logrará por medio de un
diálogo activo y útil. Es nuestro derecho también resistir y luchar contra esta
ocupación», destacó, e invitó a visitar Palestina e investigar la violación de
derechos humanos.
«Sólo la palabra permite construir un futuro en paz»
Olga Lucia Ramirez
Colombia es el país de todo el mundo con mayor número de minas antipersonas.
Se enfrenta a un caos institucional y el narcotráfico salpica a todos los
estamentos de la vida en Colombia. «Las drogas se consumen aquí en alusión
a Europa pero las guerras se producen allí por Colombia. El
narcotráfico produce una corrupción y corremos el riesgo de convertirnos en una
narcodemocracia», manifestó Olga Lucía Ramírez, que realizó un crudo retrato de
la realidad cotidiana de su país. Por poner un solo ejemplo, en Medellín, lugar
de procedencia de Ramírez, cada día se interponen 17 denuncias por violación.
En ese contexto surgió en 1996 la Ruta Pacífica de las
Mujeres, una propuesta política feminista, de carácter nacional que trabaja por
la tramitación negociada del conflicto armado en Colombia, y para hacer visibles
los efectos de la guerra en la vida de las mujeres.
« Somos un punto de referencia y apoyamos las rondas de
contactos entre el Gobierno y las guerrillas. Esta misma semana hemos
participado en las conversaciones preliminares entre el Ejército de Liberación
Nacional y el Gobierno», manifestó. «Nos implicamos por amor, en solidaridad con
el atroz sufrimiento de las mujeres desplazadas, violadas...», resaltó. «Desde
el dolor se puede generar una fuerza política. Ha sido la presión de la mujer la
que ha obligado al Estado a reconocer su responsabilidad en hechos atroces»,
concluyó.
Ramirez tiene muy claro que «sólo la palabra permitirá
construir un futuro en paz. Nuestra terquedad nos hace creer que es posible el
camino a la paz. Nuestro mayor logro es que sectores de la opinión pública
confían en la negociación política».
Hoy harán público un manifiesto en apoyo al proceso de Euskal Herria
O.L.
DONOSTIA Las mujeres que han tomado parte en la resolución de otros conflictos harán público hoy un manifiesto en favor del proceso de resolución en Euskal Herria. Estas mujeres, que participan como ponentes en este congreso «Mujeres generando las paces» organizado por Emakunde, consensuaron el documento durante la jornada de ayer y se lo entregarán hoy a la directora de Emakunde, Izaskun Moyua. La vicelehendakari, Idoia Zenarruzaibeitia, y Izaskun Moyua, directora de Emakunde, fueron las encargadas de inaugurar el congreso. Moyua, durante su inter- vención, exigió «a todos los agentes que en este momento tienen que sentarse y dirigir el proceso que tengan en cuenta a la mitad de la población», y alertó de«que esta mitad deberá estar representada con sus propios in- tereses y sus propias experiencias». Zenarruzabeitia, por su parte, señaló que «las mujeres se han adelantado una vez más y han comenzado a tomar parte activa en el proceso», haciendo referencia a la plataforma Ahotsak. En opinión de la vicelehendakari, la iniciativa es «valiente y honesta y cuenta con el apoyo de Gobierno de Lakua», Zenarruzabeitia también añadió que esta iniciativa es la que mayor consenso político ha concitado hasta el momento. Entre las participantes en el congreso estaban mahaikides de Batasuna como Joana Regueiro, Aiora Epelde o Aizpea Abrisketa, representantes de Bilgune Feminista como Izaskun Guarrotxena, el Ararteko Iñigo Lamarca, la parlamentaria de Aralar en Gasteiz, Aintzane Ezenarro, y Gemma Zabaleta, su homóloga del PSE. La primera intervención fue la de Amelia Varcárcel, con la ponencia «La construcción de la paz desde la teoría feminista». Tras ella, fue Carmen Magallón quien tomo la palabra. La última intervención fue la de Minodora Cliveti, presidenta de la Comisión de la Igualdad de la Asamblea parlamentaria del Consejo de Europa, quien trató sobre el papel de las instituciones internacionales en el tema de la mujer.
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