El maratón hacia Atenas se presenta más duro que nunca
Como el soldado Filípides en el 490 a.c., los 32 mejores equipos del continente comienzan una larga y complicada carrera con la meta en Atenas allá por primeros de mayo. Como en los Juegos Olímpicos de 2004, el entorno marcará el torneo, con los dos equipos locales echando el resto para desbancar al CSKA.
Pese a la constante fuga de jóvenes talentos a la NBA, la Euroliga sigue acortando distancias respecto a la liga profesional del otro lado del charco y la competición que comienza hoy con el Joventut-Panathinaikos se presenta apasionante, con plantillas completísimas y de gran calidad. Como ya ha sucedido en ocasiones precedentes, la designación de la sede de la Final Four ha servido a los equipos locales como acicate para echar la casa por la ventana y los dos equipos atenienses han tirado de talonario para plantarse como opciones al poder. Sin embargo, en las quinielas de casi todos los expertos, ahora mismo son dos los equipos que parten con la clara vitola de favoritos, el vigente campeón, CSKA Moscú, y el Panathinaikos, que ha completado un plantel de lujo para no faltar a una cita de la que los apartó inesperadamente el Baskonia en una de sus grandes gestas continentales. ¿Para qué cambiar lo que funciona? Esa es la máxima empleada por el gigante ruso para esta temporada. Yes que, la retirada de su capitán Panov es la única baja reseñable respecto al año pasado y, por contra, recuperan a una referencia interior como David Andersen. Si el canguro se recupera completamente de su rodilla, será una de los mejores «fichajes» de la temporada, a pesar de que fue precisamente su baja el acicate que los espoleó para cerrar su defensa y poner en marcha su rodillo. Bajo la dirección del gran Ettore Messina, Papaloukas, Smodis, Vanterpool y Langdon volverán a ser los principales argumentos de una plantilla que pondrá a prueba su hambre. En la línea de salida, el Panathinaikos es el único equipo que parte con el mismo apelativo de favorito, si no mayor, que el vigente campeón. Las bajas de Lakovic y Spanoulis serían un golpe difícilmente digerible por cualquier otro equipo, pero el descomunal, pero meditado, esfuerzo económico realizado les coloca como el equipo a seguir. Quizá los sustitutos de estos dos jugadorazos puedan crear ciertas dudas, habrá que ver el acoplamiento del veterano Delk a otro basket y la recuperación de un Vujanic al que se permitirán el lujo de reservar sólo para la Euroliga. Siskaukas y Becirovic serán los refuerzos para la excelente batería exterior que mantiene Obradovic, mientras que donde sale ganando notablemente en los cambios es en la pintura. La llegada de la versatilidad y la calidad de Dikoudis y la defensa, el músculo y los rebotes de Javtokas uno de los más perseguidos del verano permitirán al PAO contar con una nómina interior de absolutas garantías que le lleven a superar la Batistedependencia que les condenó el año pasado. Por el desenvolso realizado, el Olympiacos debería tener asegurado otro lugar de privilegio, pero la forma en la que se han movido en el mercado no ofrece tantas garantías. Yes que, el desembolso realizado les ha permitido contratar nombres de primer nivel, comenzando por Pini Gershon, uno de los entrenadores más laureados de la competición con un Maccabi que acaba de abandonar, pero la plantilla se antoja descompensada. Scoonie Penn, Alex Acker y Henry Domercant completan una línea de exteriores de los denominados auténticos «jugones», y pese a la baja de su gran apuesta, Arvydas Macijauskas, habrá que ver cómo se las arreglan para jugar con un solo balón. Sólo Papamakarios aporta defensa por fuera, mientras que por dentro Baby Shaq Schortsanitis deberá mantener su brutal progresión para aguantar la batalla interior. Sin miedo a poder pecar de «forofismo», el Baskonia parece haber construido una plantilla con argumentos suficientes para poder soñar con su tercera Final Four consecutiva y seguir la estela de los grandes favoritos. Casi por primera vez, el equipo gasteiztarra ha conseguido mantener a sus pilares y se ha reforzado con jugadores de la talla de Planinic procedente de la NBA, Rakocevic, House o Peker y, a pesar de la plaga de lesiones, está firmando un comienzo de temporada muy ilusionante, sobre todo por lo que el plantel puede llegar a ofrecer cuando se acople.
Dudas en Tel Aviv
Las dudas y el innegable debilitamiento de su «bestia negra», o amarilla, es otro aspecto que aumenta la ilusión baskonista. Yes que, todo un especialista en este torneo 4 presencias en las últimas 5 Final Fours y dos títulos, como el vigente subcampeón Maccabi de Tel Aviv ha dado un paso atrás esta campaña. Lejos de la sensación de absoluto dominio y seguridad de otras temporadas, los isrealíes son la gran incógnita de la competición. El conflicto político de Oriente Medio ha sido un gran obstáculo para la contratación de jugadores Planinic descartó esta opción pese a la petición expresa de su mentor Neven Spahija y cubrir las bajas de Maceo Baston, Anthony Parker o Willie Solomon se ha convertido en misión imposible. Las novedades en el equipo hebreo comienzan en el banquillo, donde el mencionado Spahija, otro fuerte carácter, tendrá el complicado papel de sustituir al venerado pero a la vez controvertido Gershon. El joven Bynum puede ser muy importante si asienta la cabeza y el individualista Bufford son, junto a Jasaitis (ex Lyetuvos), las grandes apuestas para acompañar a Nicola Vujcic, verdadera referencia del club, pero no terminan de convencer a nadie. El cuarto clasificado de la pasada campaña, el Barcelona de un Dusko Ivanovic que busca su tercera Final Four consecutiva, tampoco ha comenzado ofreciendo demasiadas garantías. En su segunda intentona, Savic ha conformado un cocktel explosivo de plantilla que, en base a su calidad, puede llegar a aspirar a todo o convertirse en el verdadero petardazo del torneo. Así, en un extrañísimo inicio de temporada, ha sido capaz de hacer historia venciendo a los 76ers de la NBA, pero su balance ACB está muy lejos de lo que se le presupone, con anotaciones de auténtico escán- dalo, por ridículas. En su sueño de crecer continentalmente, tampoco ha comenzado bien un Unicaja que ha perdido a su guía Garbajosa y cuya falta de juego comienzaa ser alarmante. El salto hacia el grupo de aspirantes a llegar a Atenas se antoja importante a partir de aquí. Tras quedarse a las puertas en los últimos años, Efes Pilsen confía en Mahmuti y su solidez defensiva para tener opciones, mientras que el Benetton representa como nadie la merma de potencial de los equipos de la Lega. Los de Treviso, sin juego interior, presentan uno de los peores equipos en años, mientras que Climamio, al compás que marque Tyus Edney, dependerá en exceso de sus estrellas Mancinelli y Belinelli. -
GASTEIZ
Grupo exigente pero asequible sin la anhelada vuelta de Mache
El elevado número de equipos suele convertir la primera fase en un trámite que los grandes equipos suelen aprovechar para rodarse. Como grande continental que es y con cinco plazas para ocho equipos, ese debe ser el objetivo baskonista, en un grupo exigente pero en el que los de Perasovic no deberían tener problema alguno para acceder al Top 16. Los gasteiztarras parten como referencia en un Grupo A en el que Olympiacos, Efes Pilsen, Climamio y Dynamo Moscú el caramelo envenenado de un sorteo al que accedió muy abajo en el escalafón por su condición de debutante en la Euroliga deberían ser los que le acompañaran a la siguiente fase, con permiso del Prokom polaco. Le Mans y Colonia pondrán la nota exótica.En esta tesitura, uno de los principales reclamos de esta fase de grupos debía ser el regreso de jugadores que dejaron huella en Zurbano, como Macijauskas con el Olympiacos de El Piero, que finalmente se ha frustrado por su grave lesión, o Travis Hansen con el Dynamo de Moscú.
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