GaraAzkenak - Paperezkoa - English Edition  |  Le Journal
EUS | ES | FR | ENG
 » PAPEREZKOA
  -Aurkibidea
  - EuskalHerria
- Jendartea
- Ekonomia
- Iritzia
- Mundua
- Kultura
- Kirolak
 » AZKENORDUA
 » ENGLISH EDITION
 » DOSIERRAK
 » DOKUMENTUAK
 » IRUDITAN
 » HEMEROTEKA
 » Produktuak
Gara > Idatzia > Iritzia > Kolaborazioak 2006-10-26
Francisco Larrauri - Psicólogo
La silla catalana

El sillón del Palacio de la Generalitat de Catalunya ha pillado últimamente tal protagonismo que, para intentar comprender los relevos y las carrerillas que causa, hay que encajarlo dentro de un tablero político en el que asoma también el proceso de paz de Euskal Herria con sus perspectivas y otras fronteras. Así que cualquier desasosiego en este tablero representa también un meneo del asiento de Palacio.

A nadie se le escapa que el pacto de Mas con Zapatero contra el proyecto de Estatut soberanista aprobado en el Parlament de Catalunya se firmó en un marco de contrapartidas mutuas. A corto plazo CiU aplacaba el acoso que sufría Zapatero del nacionalismo español del PP y de los barones socialistas por culpa de un tripartito catalanista, y a largo plazo evitaba la coincidencia de un Estatut soberanista con la reivindicación del derecho a decidir reclamado en el marco del proceso de pacificación vasco. A cambio, Zapatero enchufaba a Mas en la pole de salida para las elecciones al Parlament que se celebrarán el día de los difuntos, con una confidencia de propina, que no le gustaba el tripartito de Maragall.

Actualmente el trono de la Generalitat dista mucho de aquella artística silla catalana de seis patas con voluntad popular, clara orientación de izquierdas y dise- ño democrático realizado por artesanos arquitectos catalanes en el exilio americano de 1939, con las elucubraciones de un fantasioso Pablo Neruda.

Lo real y lo virtual del asiento de la Generalitat coinciden con El joc de la cadira (El juego de la silla), un videojuego de moda en la red cuyo objetivo es hacer pactos virtuales para poderse sentar en la silla de la Generalitat. Cuando fracasas, Montilla se quita la careta y aparece Zapatero, y en el caso de Piqué, Acebes. Pero en la realidad José Montilla, ex ministro de Zapatero, no puede quitarse la máscara de gestor del PSOE de Catalunya para lo que Madrid le dicte, incluido, si es necesario, el telepacto con CiU, como también exige el gran capitalismo. Todas estas secuelas de la foto de Mas y Zapatero estimulan al sector maragallista, que con el miedo en el cuerpo y desde la arena defienden el PSC y Catalunya, y avisan que la sociovergencia (pacto PSC-CiU) sería prueba de sucursalismo y la peor solución para el cambio social.

En el único debate televisivo con los cinco candidatos, seguido por 555.000 personas (ojo al dato, menor audiencia que en el debate por el Estatut) Carod Rovira fue exquisitamente bien tratado por los dos candidatos Pepe Montilla y Artur Mas. No le mentaron el lobo de la independencia, ni Perpignan, ni su voto negativo al actual Estatut en vigor, aprobado por un exiguo 36% del censo. Es importante la referencia a esta cifra legítima, ahora que en Euskal Herria se quiere poner de moda el término transversalidad para no aceptar la mayoría simple.

En el debate todos escucharon que ERC pactaría con alguien que no dependiera de Madrid y que tuviera su centro de decisión en Catalunya. ¿Qué pactos se están cerrando en las últimas horas para que Zapatero diga en Barcelona que no le gustan los «enchufados» en la política (refiriéndose a Mas) y le dé permiso a Montilla para pactar con quien quiera? ¿Quién ha enchufado a Mas y Montilla? ¿Está Zapatero habilitado para dar «permiso» al candidato a la Generalitat sobre futuros pactos? Sin duda, la pobre resistencia a todas estas intromisiones puede ser el blanco para los socialistas federalistas, catalanistas y no sucursalistas si Montilla no consigue arrastrar el voto del cinturón rojo, que en esta segunda semana de campaña también lo visitarán los dos partidos de izquierda catalanes ICV-EUiA y ERC, al alza según las encuestas.

La falta de palabra de Zapatero, la estafa del Estatut con el cuco de Mas, el poco rigor de los pactos económicos y, en definitiva, la falta de escrúpulos que la sociedad civil ha descubierto en la foto del 20 de enero, han llevado a Mas a montar un teatrillo ante notario que deja a ERC más decisiva que nunca, salvo en el caso de la sociovergencia. La correlación de fuerzas en estas elecciones no estará en los máximos, sino en qué diferencias son asumibles para los que tienen la llave, para prestarla puntualmente o temporalmente y hacer coincidir de nuevo en este tablero político el movimiento de dos piezas independientes, el resultado del viaje del conflicto vasco por Europa y el protagonismo del independentismo catalán de ERC en el próximo Gobierno catalán. Otra vieja coincidencia para la silla catalana. -


 
Inprimatu
...Albiste gehiago
Iritzia
Una iniciativa para abrir otras puertas
Euskal Herria
Ya no es un «asunto interno»
Euskal Herria
La denuncia de la tortura resuena dentro de la Sala
Euskal Herria
Hiru egunotan ehundik gora herriko taberna arakatu dituzte poliziakideek
Euskal Herria
Balza engañó al Parlamento
Ekonomia
Mueren dos trabajadores atropellados en Armiñon y otro de infarto en Berrioplano
Mundua
Pinochet ocultaba nueve toneladas de oro en Hong Kong
Euskal Herria
Una amplia delegación vasca acompaña el histórico debate en el Parlamento Europeo
  CopyrightGara | Kontaktua | Norgara | Publizitatea |  rss