Los aviones se atascan en cuanto el viento se arremolina en sus colas. Pero todos los vuelos con destino a Estrasburgo salieron, llegaron y se volvieron. El conflicto está en donde debía estar. Ahora vienen otros pasos que no sean testimoniales, sino que sean actos, porque las palabras quedan bien, especialmente en el cielo, en los manifiestos y en las pintadas. Hay tormenta. Los paraguas no sirven cuando el viento alcanza esas velocidades. Lo mejor es quedarse al resguardo y esperar que los ventanales no se agrieten.

Cuando se focaliza en algún lugar la desgracia, lo negativo, la acumulación de imágenes de temporada no hacen sino procurarnos un compendio de la desolación. Pongamos que hablamos de Galicia. Si nos mantuvo en verano absolutamente acongojados por sus imágenes del fuego, de los incendios forestales bajo todas las sospechas, ahora han sido las tormentas, el agua, cayendo a mantas. Pero se han juntado en alianza terrorífica los dos elementos, el fuego calcinó y convirtió en cenizas miles de hectáreas de bosques, ahora las tormentas y su torrenteras han llevado hasta las playas las cenizas por lo que han ahogado a los berberechos, las navajas o las almejas. Otra visión apocalíptica, otro motivo para el desajuste presupuestario.

La tormenta que no cesa es la que cae sobre RTVE. Si su programación es dudosa, de arriba a abajo y de un extremo al otro, el despido de miles de trabajadores, el ajuste económico la está descapitalizando de manera que dentro de poco no podrá pagar a la nietísima ni a la vendedora de la ciudad de vacaciones, porque todas las noticias son malas. Este fin de semana pueden ser las últimas carreras de motos que emita la pública estatal. Primero perdió el fútbol, La Liga, después la fórmula 1 justo cuando ha aparecido un campeón del mundo asturiano, más tarde las competiciones europeas, el baloncesto en el momento cumbre de la selección. Le quedaban las motos, y el ciclismo, las motos parece que se van a Cuatro y el ciclismo se va a ir a la mierda, porque parece estar en la mierda. Les queda lo de Luis Aragonés y los toros. El resto en el mercadillo de rebajas. ¿Para qué sirve TVE? -