Iñaki IRIONDO
El Partido Popular es insaciable
Hasta
el último momento el PSOE estuvo escenificando la búsqueda del acuerdo con el PP y rebajando el contenido político de la resolución finalmente aprobada. Es probable que sus movimientos tuvieran mucho de pose, de dar la imagen de que se buscaba el consenso imposible. Pero no es menos cierto que ahí está el cambio de texto en la misma víspera de la sesión para hacerlo más digerible a la derecha europea. Da la impresión de que el PSOE no quiere darse por enterado o quizá le conviene hacer como que no se da por enterado de que nunca va a poder conseguir un acuerdo con el PP en lo relacionado con el proceso de paz y de normalización democrática, por lo menos hasta que no tenga algo palpable que ofrecerle o el PP haya sufrido un castigo notable en las urnas. Y, por lo tanto, es inútil que trate de modular o edulcorar sus posiciones con ese fin. El nacionalismo vasco aprendió esa lección en su propia carne hace ya algunos años. Por mucho que Juan José Ibarretxe renegara públicamente de la izquierda abertzale o incluso la insultara, la sometiera al ostracismo institucional y la ninguneara siempre que le fuera posible, el PP (y aquel PSOE del Pacto Antiterrorista y de los abrazos de Nicolás Redondo Terreros con Jaime Mayor Oreja) no dejó en ningún momento de acusarle de «connivencia con el terrorismo», ni de tratarlo incluso como un peligroso sedicente alineado con las posiciones estratégicas de ETA. Por lo tanto, en estos momentos de dificultades, José Luis Rodríguez Zapatero, su Gobierno y su partido debieran fijar más la vista en Euskal Herria, y dejar de mirar de reojo las posiciones cada vez más extremas de Rajoy, Acebes y Zaplana. Si nunca va a conseguir que Francisco Alcaraz deje de llamarle traidor o vendepatrias, ni va a lograr que Rosa Díez deje de poner en duda cada paso que da, más le vale ser audaz y avanzar hacia la resolución del conflicto que quedarse convertido en estatua de sal por mirar hacia atrás. El Partido Popular es insaciable. Rodríguez Zapatero debe buscar el acuerdo con los sectores ideológicos que ayer respaldaron la iniciativa del PSOE y con aquellos que desde Euskal Herria acudieron a Estrasburgo para remarcar el carácter histórico del Pleno del Parlamento Europeo. Con rebajas para tratar de contentar a la derecha, corre el peligro de no lograrlo y pagar además el peor de los precios por ello. -
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