El famoso pirulí de RTVE en Madrid se ha convertido en la vela que celebra el cincuentenario del ente. ¿Cumplirá muchos más? ¿Está en liquidación o en proceso de saneamiento? Esperanza Aguirre pide autorización para privatizar Telemadrid, ¿es el camino que seguirán todas las televisiones autonómicas en un futuro próximo? ¿Qué gana Esperanza Aguirre con que su televisión sea privada y no pública privatizada por ella y sus secuaces? La agonizante es la más veterana, la pionera, la que sostuvo un régimen, la que nos vendió estufas catalíticas o nos enseñó que existían posibili- dades de hacer un espectáculo televisivo en donde unos señores se sentarán durante horas a debatir asuntos de interés general, como fue “La Clave”.

TVE es ahora mismo un desastre organizativo, laboral, programático. Es un servicio público en mal estado, no cumple con los objetivos marcados para justificar su existencia. Y si podemos decir que sus telediarios son bastante más presentables que en épocas recientes, el conjunto de su programación es nefasta, la peor en muchas décadas y de ello se resiente su pérdida de influencia y de audiencias que aunque sea una cuestión relativa, es fundamental dado el modelo de gestión elegido, y, sobre todo, porque si programan una cosa tan comercial como “¡Mira quién baila!” es para competir en Sofres y no en calidad o divulgación de la cultura.

Nos retratamos por enésima vez, y no solamente para la estatal, sino para todas las televisiones dependientes de los Presupuestos de los Parlamentos. Hay que redefinirlas, darles los contenidos adecuados, liberarlas de la guerra comercial, es decir de publicidad, redimensionarlas, y dejar el espectro libre, al igual que está, teóricamente, el kiosko, para que quien le dé la gana ofrezca sus productos. Mantener lo actual es ir contra la historia, porque si tuviéramos algo similar a la peor BBC, sería entendible, pero tenemos modelos no recomendables en ningún sentido. Yo las dejaría en informativos, partes meteorológicos, clases de idiomas, cursos para la tercera edad, algo de cocina macrobiótica y nociones de primeros auxilios. Dos o tres horas de emisión diaria, en abierto, eso sí. -