Cazadores cazados
La espiral de violencia generada por la industria armament�stica sirve de detonante mordaz para recordar que quien juega con fuego se acaba quemando. El mismo humor ingl�s que Kubrick aplic� a ��Tel�fono rojo?� subyace en el fondo de este mal viaje occidental por la Europa del Este, que se diferencia claramente de la sensacionalista �Hostel� por su sentido autopar�dico. El realizador Christopher Smith mejora con respecto a su anterior �Creep�, a base de re�rse de sus propias limitaciones gen�ricas. En realidad se limita a cruzar el t�pico esquema del psychokiller con el renacido y nuevamente pujante survival, dentro de una situaci�n cerrada que enfrenta a los mal preparados para la supervivencia representantes de la civilizaci�n con sus antagonistas del salvaje mundo rural, esta vez, para colmo, entrenados en la guerrilla. Viene a ser una suma de, poniendo un par de ejemplos caracter�sticos de dichas respectivas modalidades, �Viernes 13� y �Deliverance�. �Severance� compensa su tendencia al exceso gore con una enorme carga ir�nica, y de ah� que est� funcionando estupendamente en los festivales especializados y tambi�n entre el p�blico ajeno al fant�stico. Sabe hacer sangre de las relaciones laborales entre los ejecutivos de empresa, los cuales suelen ser convocados a fines de semana pagados practicando el paintball y otras actividades dise�adas para cargar las pilas. Los que aqu� se ridiculizan pertenecen al departamento de ventas de una multinacional de la industria del arma- mento y viajan juntos hasta Ruman�a, seg�n el incompetente directivo que comanda la expedici�n, para hacer equipo. Dicho sujeto acabar� pisando una mina fabricada por la propia compa��a para la que trabaja, sin poder levantar el pie de ella alargando el inevitable final de la explosi�n. El que a hierro mata a hierro muere, axioma que se cumple punto por punto en una embromada historia de venganza en la que los tiros salen por la culata. -
Mikel INSAUSTI
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